Los sistemas de pensiones de todo el mundo necesitarán 400 billones de dólares adicionales en 2050

Al ritmo de un 5% anual, el desfase entre la población jubilada del mundo y la financiación de los sistemas públicos de pensiones pasará de los 70 billones de dólares de 2015 a 400 hasta el año 2050. Así lo pronostica el Instituto SWISS RE.

Curiosamente, este problema no será especialmente acuciante solo para países emergentes como China o India, EE UU será otro de los países que sufrirá un mayor déficit de financiación, según el organismo de estudios de SWISS RE.

El consabido aumento de la esperanza de vida combinado con el descenso de la natalidad en muchos países y el aumento de la automatización de los procesos de trabajo son algunos de los factores que se citan como génesis de esta ‘tormenta perfecta’ para la financiación de los sistemas públicos de pensiones.

A esto se suma el “entorno prolongado de bajas tasas de interés desde la crisis financiera mundial” y las bajas tasas de ahorro en las economías avanzadas. Ante la perspectiva de un bajo o incluso aún más bajo crecimiento a largo plazo, con baja inflación, SWISS RE señala en su análisis que “los rendimientos obtenidos de los fondos de pensiones están mal alineados con las proyecciones de pago de beneficios y las expectativas de ahorro individual”, incluso a pesar de la decisión de los gestores de dichos fondos de invertir en activos no tradicionales en busca de altos rendimientos.

“El perfil de riesgo y rendimiento de estos puede enfrentarse a un importante riesgos a la baja en un entorno de búsqueda de calidad de activos, especialmente cuando la administración de fondos de pensiones está sujeta a estrictas normas regulatorias y contables”, advierte.

Posibles soluciones

Entre las medidas propuestas por SWISS RE para intentar cerrar la brecha de las pensiones figuran la apuesta por los planes de pensiones de prestación definida en sustitución de los de contribución definida que ahora suponen más del 50% de los activos gestionados y en los que “los individuos asumen más responsabilidad en cuanto a sus ahorros para la jubilación”.

En paralelo, “las aseguradoras de vida pueden desarrollar soluciones a medida para transferir el riesgo de los planes de prestación definida insuficientemente financiados”.

Por último, en cuanto a los planes de pensiones voluntarios, la aseguradora cree que podrían extenderse “con incentivos fiscales, innovación de producto, transformación digital y un acceso más sencillo a las coberturas”.

El análisis completo se puede leer (en inglés) haciendo clic aquí.

Acerca del Autor
Con unos 40 años de experiencia en el ámbito de las comunicaciones especializadas, ampliamente relacionado a los sectores de la Salud, Seguros, seguridad y pensiones en R.D.

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