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Diabetes, cuando se detecta a tiempo disminuyen las complicaciones
Escrito el 13 ago 2019
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La diabetes es un grupo de enfermedades caracterizadas por un alto nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, resultado de defectos en la capacidad del cuerpo para producir o usar la insulina.
Jenny Disla, endocrinóloga de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), informa que según la Hoja Informativa Nacional de los Estados Unidos, publicada en el 2017, cada año se diagnostican 1.5 millones casos nuevos de estadounidenses con diabetes.
Explica que existen varias formas de diagnosticar la diabetes, como la glucosa plasmática en ayunas, la prueba de tolerancia a la glucosa oral, la hemoglobina glucosilada o HbA1c y una prueba al azar de glucosa plasmática.
A veces es necesario repetir la prueba una segunda vez para hacer el diagnóstico certero.
Especifica que a menudo no se diagnóstica porque muchos de sus síntomas parecen inofensivos. Cita entre los más frecuentes, constante necesidad de orinar, sed inusual, hambre extrema, pérdida de peso y visión borrosa.
Además, explica que el paciente puede presentar infecciones frecuentes, hormigueo o entumecimiento en manos o pies, fatiga, entre otros.
“Si usted tiene uno o más de estos síntomas, consulte a su médico. Si no tiene síntomas, es posible que aun así tenga diabetes.
Las señales
El diagnóstico se hace muchas veces al notar elevaciones de la glucosa en sangre u orina durante la realización de pruebas de laboratorios de rutina, de ahí la importancia del chequeo preventivo”, destaca la galena.
La especialista sostiene que la detección temprana y el tratamiento de los síntomas de esta enfermedad pueden disminuir la posibilidad de tener complicaciones. Advierte que se estima que al momento del diagnóstico, un paciente con diabetes tipo 2, ya tiene alrededor de cinco años padeciendo de esta enfermedad.
Al hablar sobre los tipos más frecuentes, la endocrinóloga menciona la diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional. Existe también diabetes secundaria, debido a otras causas específicas.
La doctora explica que también está la prediabetes, un trastorno en el que el nivel de glucosa en sangre es mayor de lo normal, pero no lo suficientemente alto como para que sea diabetes.
Este trastorno significa que se está en peligro de tener diabetes tipo 2. En algunos casos es necesario medicamentos, además de los cambios en el estilo de vida (alimentación y ejercicios, peso adecuado).
La menos común
Sobre la tipo 1, especifica que es menos común, gracias a que apenas representa el 5% de los casos. Se diagnostica generalmente en niños y adolescentes.
“En este tipo de diabetes, el cuerpo no produce insulina ya que las células productoras de insulina son atacadas por el sistema inmune. Con la ayuda de la terapia con insulina y los buenos hábitos en el estilo de vida, estos pacientes pueden aprender a controlar los niveles de azúcar en la sangre y tener una vida larga y sana”, asevera Disla.
Al referirse a la tipo 2, asegura que es la forma más común de esta enfermedad, representando el 90-95% de los casos.
En este tipo, el cuerpo no produce suficiente insulina o no está funciona adecuadamente, lo que se conoce como insulinoresistencia.
Al principio, el páncreas produce más de esta hormona de lo debido, pero con el tiempo puede mantener ese ritmo y no puede producir suficiente insulina para mantener sus niveles de glucosa normales.
La doctora sostiene que este tipo de diabetes se ve en adultos. Algunos grupos de personas tienen mayor riesgo de padecerla como afroamericanos, latinos/hispanos, indígenas americanos, estadounidenses de origen asiático, nativos de Hawai y otros isleños del Pacífico.
Además, en personas de mayor edad y aquellos que tienen familiares con este tipo.
“Algunos pacientes con diabetes tipo 2, pueden controlar sus niveles de glucosa en sangre con buena alimentación y realizando ejercicios, otros requieren además medicamentos orales o inyectados como la insulina y los análogos del GLP-1.
Esta enfermedad usualmente empeora con el tiempo, aún si no se necesitan medicamentos al principio, puede que se necesite más adelante.
Es posible retrasar o prevenir la diabetes tipo 2 haciendo ejercicio, llevando una buena alimentación y manteniendo un peso corporal adecuado”, apunta Disla.
Durante el embarazo
En cuanto a la diabetes gestacional, dice que es aquella que se diagnostica durante el embarazo, alrededor de las 24 semanas y se da cuando las hormonas de la gestación bloquean el trabajo que hace la insulina.
Como toda enfermedad, la diabetes también puede tener sus complicaciones.
La exposición a niveles elevados de glucosa en sangre por un largo periodo de tiempo puede provocar daños en los ojos, riñones, nervios, corazón y cerebro, en los cuales puede producir aterosclerosis y como consecuencia accidentes cerebrovasculares e infartos del corazón.
La galena también explica que estas complicaciones pueden ser diagnosticadas de manera oportuna con la realización de estudios en el seguimiento y manejo integral del paciente diabético.
Concluye diciendo que es importante que las personas con riesgo de padecerla incluyan pruebas de glucemias de rutina como manera preventiva.
La mayoría de estos pacientes están sobre peso
La mayoría de estos pacientes están en sobre peso u obesidad, con una distribución de la grasa corporal a predominio abdominal.
Para reducir los factores de riesgo la prevención es la clave, es vital llevar un estilo de vida saludable que incluya: realizar ejercicios moderados, al menos 150 minutos por semana.
Llevar una alimentación balanceada, mantener peso adecuado y evitar el tabaquismo.
Jenny Disla, endocrinóloga de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), informa que según la Hoja Informativa Nacional de los Estados Unidos, publicada en el 2017, cada año se diagnostican 1.5 millones casos nuevos de estadounidenses con diabetes.
Explica que existen varias formas de diagnosticar la diabetes, como la glucosa plasmática en ayunas, la prueba de tolerancia a la glucosa oral, la hemoglobina glucosilada o HbA1c y una prueba al azar de glucosa plasmática.
A veces es necesario repetir la prueba una segunda vez para hacer el diagnóstico certero.
Especifica que a menudo no se diagnóstica porque muchos de sus síntomas parecen inofensivos. Cita entre los más frecuentes, constante necesidad de orinar, sed inusual, hambre extrema, pérdida de peso y visión borrosa.
Además, explica que el paciente puede presentar infecciones frecuentes, hormigueo o entumecimiento en manos o pies, fatiga, entre otros.
“Si usted tiene uno o más de estos síntomas, consulte a su médico. Si no tiene síntomas, es posible que aun así tenga diabetes.
Las señales
El diagnóstico se hace muchas veces al notar elevaciones de la glucosa en sangre u orina durante la realización de pruebas de laboratorios de rutina, de ahí la importancia del chequeo preventivo”, destaca la galena.
La especialista sostiene que la detección temprana y el tratamiento de los síntomas de esta enfermedad pueden disminuir la posibilidad de tener complicaciones. Advierte que se estima que al momento del diagnóstico, un paciente con diabetes tipo 2, ya tiene alrededor de cinco años padeciendo de esta enfermedad.
Al hablar sobre los tipos más frecuentes, la endocrinóloga menciona la diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional. Existe también diabetes secundaria, debido a otras causas específicas.
La doctora explica que también está la prediabetes, un trastorno en el que el nivel de glucosa en sangre es mayor de lo normal, pero no lo suficientemente alto como para que sea diabetes.
Este trastorno significa que se está en peligro de tener diabetes tipo 2. En algunos casos es necesario medicamentos, además de los cambios en el estilo de vida (alimentación y ejercicios, peso adecuado).
La menos común
Sobre la tipo 1, especifica que es menos común, gracias a que apenas representa el 5% de los casos. Se diagnostica generalmente en niños y adolescentes.
“En este tipo de diabetes, el cuerpo no produce insulina ya que las células productoras de insulina son atacadas por el sistema inmune. Con la ayuda de la terapia con insulina y los buenos hábitos en el estilo de vida, estos pacientes pueden aprender a controlar los niveles de azúcar en la sangre y tener una vida larga y sana”, asevera Disla.
Al referirse a la tipo 2, asegura que es la forma más común de esta enfermedad, representando el 90-95% de los casos.
En este tipo, el cuerpo no produce suficiente insulina o no está funciona adecuadamente, lo que se conoce como insulinoresistencia.
Al principio, el páncreas produce más de esta hormona de lo debido, pero con el tiempo puede mantener ese ritmo y no puede producir suficiente insulina para mantener sus niveles de glucosa normales.
La doctora sostiene que este tipo de diabetes se ve en adultos. Algunos grupos de personas tienen mayor riesgo de padecerla como afroamericanos, latinos/hispanos, indígenas americanos, estadounidenses de origen asiático, nativos de Hawai y otros isleños del Pacífico.
Además, en personas de mayor edad y aquellos que tienen familiares con este tipo.
“Algunos pacientes con diabetes tipo 2, pueden controlar sus niveles de glucosa en sangre con buena alimentación y realizando ejercicios, otros requieren además medicamentos orales o inyectados como la insulina y los análogos del GLP-1.
Esta enfermedad usualmente empeora con el tiempo, aún si no se necesitan medicamentos al principio, puede que se necesite más adelante.
Es posible retrasar o prevenir la diabetes tipo 2 haciendo ejercicio, llevando una buena alimentación y manteniendo un peso corporal adecuado”, apunta Disla.
Durante el embarazo
En cuanto a la diabetes gestacional, dice que es aquella que se diagnostica durante el embarazo, alrededor de las 24 semanas y se da cuando las hormonas de la gestación bloquean el trabajo que hace la insulina.
Como toda enfermedad, la diabetes también puede tener sus complicaciones.
La exposición a niveles elevados de glucosa en sangre por un largo periodo de tiempo puede provocar daños en los ojos, riñones, nervios, corazón y cerebro, en los cuales puede producir aterosclerosis y como consecuencia accidentes cerebrovasculares e infartos del corazón.
La galena también explica que estas complicaciones pueden ser diagnosticadas de manera oportuna con la realización de estudios en el seguimiento y manejo integral del paciente diabético.
Concluye diciendo que es importante que las personas con riesgo de padecerla incluyan pruebas de glucemias de rutina como manera preventiva.
La mayoría de estos pacientes están sobre peso
La mayoría de estos pacientes están en sobre peso u obesidad, con una distribución de la grasa corporal a predominio abdominal.
Para reducir los factores de riesgo la prevención es la clave, es vital llevar un estilo de vida saludable que incluya: realizar ejercicios moderados, al menos 150 minutos por semana.
Llevar una alimentación balanceada, mantener peso adecuado y evitar el tabaquismo.