Los medicamentos biosimilares ahorran millones a sistemas de salud

El 2020 ha sido un año desafiante para el sistema de salud dominicano debido a la batalla contra la COVID-19, una pandemia sin precedentes que requirió esfuerzos administrativos para no dejar atrás a la atención a otras enfermedades crónicas y endémicas del país.

Ante esto, la discusión sobre el presupuesto del año próximo para el sector salud, adquiere una relevancia trascendental porque de ello dependerá la sostenibilidad del sistema en lo referente a los demás padecimientos de la población, a expensas de la COVID-19. Este es un aspecto que ha sido resaltado incluso por algunas autoridades del gobierno, como el director del Programa de Alto Costo, quien alertó en octubre pasado que el presupuesto actualmente destinado para la adquisición de medicamentos de alto costo no es suficiente.

Claramente, el acceso y abastecimiento de medicamentos de alto costo es una tarea desafiante en tiempos de crisis sanitaria. Es por esto que el director regional del laboratorio biotecnológico, mAbxience, Eduardo Cioppi, ha venido enfatizando sobre la oportunidad que representan los tratamientos biosimilares para mejorar el gasto público, aún más en un escenario de desafío sanitario.

“La pandemia de la COVID-19 y los desafíos socioeconómicos que plantea para el 2021, promoverá que los sistemas de salud de la región encuentren nuevas formas para mejorar el gasto público. En esa tarea, los biosimilares juegan un papel preponderante”, destacó Cioppi.

Sobre estos medicamentos, por ejemplo, el estudio “Análisis de impacto presupuestario de los medicamentos biosimilares en el SNS en España (2009-2022)”, liderado por Manuel García Goñi, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, destacó que para 2022 los biosimilares habrían permitido ahorrar 5,162 millones de euros para el sistema de salud español, desde 2009.

En cuanto a América Latina, al consultar a Eduardo Cioppi, director regional de mAbxience, sobre los ahorros que han supuesto los biosimilares a la región, éste indicó que solo en Argentina, lugar donde el laboratorio tiene dos plantas de producción, los medicamentos biosimilares han permitido un ahorro de aproximadamente 100 millones de dólares al año.

En República Dominicana, este tipo de medicamentos ya tienen los permisos de lugar para su comercialización. Sin embargo, todavía existen desafíos pendientes para su libre competencia, sobre todo en lo relacionado a un marco regulatorio que motive su introducción.

En ese sentido, gana destaque las declaraciones de Marta Ruiz, la asesora económica regional del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para República Dominicana, México y Centroamérica, quien indicó que apenas se supere la coyuntura de la pandemia “los países deben transitar hacia reformas estructurales para mejorar la eficiencia del gasto público y que permitan a las naciones la sostenibilidad fiscal”.

Se recuerda que al inicio de la pandemia el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, indicó que “es vital que los países encuentren maneras innovadoras de garantizar que los servicios esenciales para las enfermedades crónicas continúen, aunque al mismo tiempo estén combatiendo la COVID-19”.

Acerca del Autor
Con unos 40 años de experiencia en el ámbito de las comunicaciones especializadas, ampliamente relacionado a los sectores de la Salud, Seguros, seguridad y pensiones en R.D.

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