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BID lanza iniciativa tecnológica para fomentar el ahorro para la jubilación en AL
Escrito el 18 abr 2018
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El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzó este martes en Panamá el denominado “Laboratorio de Ahorro para el Retiro”, una iniciativa cuyo objetivo es buscar soluciones tecnológicas que fomenten el ahorro para la jubilación en Latinoamérica.
“El modelo de pensiones del siglo XIX ha funcionado en Europa, Canadá y Estados Unidos, pero no aquí. El problema de la región es que nunca hemos tenido niveles de cobertura tan altos como los países europeos. Siempre hemos tenido mucho trabajo informal”, indicó a Efe el economista principal en la División de Mercados Laborales del BID, Mariano Bosch.
El especialista apuntó a que menos del 50% de los 130 millones de trabajadores que hay actualmente en Latinoamérica tienen acceso a regímenes contributivos de pensiones y que la mayoría de ellos no ahorra de manera voluntaria, lo que dificulta su capacidad de tener una vida digna en la vejez.
El organismo internacional calcula que solo uno de cada diez trabajadores de bajos ingresos ahorra para su jubilación, una proporción que llega al 33% en los trabajadores de ingresos medios.
El objetivo del laboratorio es encontrar mecanismos tecnológicos que ayuden a conectar a esas personas con los sistemas de pensiones y que nos permitan “transitar a un modelo de cotizaciones del siglo XXI”, indicó Bosch durante un seminario en Panamá organizado por el BID y la Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (AIOS).
El laboratorio tiene pensado desarrollar en una primera fase una quincena de iniciativas en Chile, Perú, Colombia y México, pero el BID espera expandirlo a otros países más adelante.
“El reto común de todos los países de la región, independientemente del tipo de sistema de pensiones que tengan, es la demografía. Ahora mismo, Latinoamérica es una región joven, pero el proceso de envejecimiento va a ser muy rápido”, alertó Bosch.
Según las estimaciones del organismo internacional, una de cada cinco personas en Latinoamérica tendrá más de 65 años en 2050.
Los países con sistemas de pensiones de reparto, como Brasil y Argentina, afrontan grandes retos fiscales porque cada vez hay más pensionistas que trabajadores, mientras que en países con sistemas de contribución definida, como México o Chile, cada vez se necesita más dinero porque la esperanza de vida es mayor, explicó el economista.
“La tecnología nos permite hacer nuestro ahorro previsional en cualquier sitio y no solo necesariamente en la fábrica donde se trabaja. En México, por ejemplo, ahora es posible comprar un refresco en el supermercado y destinar una parte a la pensión”, aseguró.
“Poco a poco vamos a ir transitando hacia esos sistemas donde el individuo se hace cada vez más responsable de su propia pensión”, concluyó tras impartir una conferencia en el seminario, denominado “Economía del comportamiento y educación previsional”.
“El modelo de pensiones del siglo XIX ha funcionado en Europa, Canadá y Estados Unidos, pero no aquí. El problema de la región es que nunca hemos tenido niveles de cobertura tan altos como los países europeos. Siempre hemos tenido mucho trabajo informal”, indicó a Efe el economista principal en la División de Mercados Laborales del BID, Mariano Bosch.
El especialista apuntó a que menos del 50% de los 130 millones de trabajadores que hay actualmente en Latinoamérica tienen acceso a regímenes contributivos de pensiones y que la mayoría de ellos no ahorra de manera voluntaria, lo que dificulta su capacidad de tener una vida digna en la vejez.
El organismo internacional calcula que solo uno de cada diez trabajadores de bajos ingresos ahorra para su jubilación, una proporción que llega al 33% en los trabajadores de ingresos medios.
El objetivo del laboratorio es encontrar mecanismos tecnológicos que ayuden a conectar a esas personas con los sistemas de pensiones y que nos permitan “transitar a un modelo de cotizaciones del siglo XXI”, indicó Bosch durante un seminario en Panamá organizado por el BID y la Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (AIOS).
El laboratorio tiene pensado desarrollar en una primera fase una quincena de iniciativas en Chile, Perú, Colombia y México, pero el BID espera expandirlo a otros países más adelante.
“El reto común de todos los países de la región, independientemente del tipo de sistema de pensiones que tengan, es la demografía. Ahora mismo, Latinoamérica es una región joven, pero el proceso de envejecimiento va a ser muy rápido”, alertó Bosch.
Según las estimaciones del organismo internacional, una de cada cinco personas en Latinoamérica tendrá más de 65 años en 2050.
Los países con sistemas de pensiones de reparto, como Brasil y Argentina, afrontan grandes retos fiscales porque cada vez hay más pensionistas que trabajadores, mientras que en países con sistemas de contribución definida, como México o Chile, cada vez se necesita más dinero porque la esperanza de vida es mayor, explicó el economista.
“La tecnología nos permite hacer nuestro ahorro previsional en cualquier sitio y no solo necesariamente en la fábrica donde se trabaja. En México, por ejemplo, ahora es posible comprar un refresco en el supermercado y destinar una parte a la pensión”, aseguró.
“Poco a poco vamos a ir transitando hacia esos sistemas donde el individuo se hace cada vez más responsable de su propia pensión”, concluyó tras impartir una conferencia en el seminario, denominado “Economía del comportamiento y educación previsional”.