El virus Zika tiene un efecto colateral inesperado: destruye tumores

El virus Zika estuvo por desgracia en boca de todos hace ya unos meses por contribuir al aumento de los casos de microcefalia en fetos y bebés nacidos en Sudamérica –especialmente en Brasil- durante el año pasado. Sus efectos, raramente manifiestos en adultos, también conllevan malformaciones nerviosas y en algunos casos muerte prematura, como resultado del ataque que el virus ejerce sobre las células madre que generan tejido nervioso.

Precisamente esta forma de actuar del Zika fue lo que le hizo pensar a un equipo de investigadores de la Universidad de California que quizás se podría usar el virus para atacar las células madre mutadas que generan el glioblastoma, el tumor cerebral más común y más maligno dentro de las neoplasias de la glía (las células del tejido nervioso).

Por el momento la investigación ha constado de dos fases: una en laboratorio con placas de Petri en las que el virus, efectivamente, se encargó de devorar las células que generan el glioblastoma; y otra con ratones afectados (artificialmente) con este tipo de tumor agresivo, en las que se observó una ralentización notable del crecimiento del tumor y un alargamiento por tanto de la esperanza de vida de los roedores. Tal y como sospechaban los investigadores, el virus Zika parecía tener "preferencia" por las células madre del glioblastoma antes que infectar las neuronas normales.

Como decimos, el virus del Zika es prácticamente inocuo en adultos, pero no significa que lo sea al 100%. Es por eso que, tras estas primeras pruebas, se creó una cepa artificial, genéticamente modificada, para que resultara menos virulenta que la original. Esta también fue capaz de infectar de forma específica y destruir las células madre del glioblastoma, siendo incluso más destructiva cuando se combinaba con un fármaco, habitualmente utilizado en estos casos, denominado temozolomida.

Aún así, el equipo de trabajo se muestra aún reacio a usarlo en tratamientos con personas, indican en Gizmodo, nada que ver con los investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que andan ya considerando el realizar los primeros ensayos clínicos del virus del Zika sin modificar en seres humanos.

Este equipo apunta entre sus razones para ello que la mayor parte de mujeres que actualmente padecen glioblastoma tiene en torno a los 50 años de edad y por tanto no tendrá (más) hijos. Para ellos compensa más probar un tratamiento experimental que puede alargarte la vida (aunque tenga efectos secundarios como el tener que renunciar a tener hijos) que morir rápidamente de un tumor cerebral como el letal glioblastoma.

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Con unos 40 años de experiencia en el ámbito de las comunicaciones especializadas, ampliamente relacionado a los sectores de la Salud, Seguros, seguridad y pensiones en R.D.

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