MAPFRE, a través de MAPFRE AM, lanza MAPFRE PRIVATE DEBT, FIL, un fondo de fondos de deuda privada, que aglutinará todas las inversiones de las filiales del grupo asegurador ya realizadas en este tipo de activo, así como nuevas inversiones por un importe de hasta 350 millones de euros.

ALVARO ANGUITAEn total, se pretende llegar a tener una exposición de 15 fondos de grandes gestoras, con inversiones principalmente europeas y en euros. “Esta apuesta por el ‘private debt’ nos ayuda a diversificar todavía más nuestra cartera, dentro de nuestro catálogo de inversiones alternativas y, sin dejar de lado siempre nuestro carácter conservador, también nos aporta algo más de rentabilidad”, señala Álvaro Anguita, consejero delegado de MAPFRE AM.

El equipo de la gestora realizará una exhaustiva due diligence de los fondos en los que va a invertir y tendrá en cuenta criterios como el tamaño del fondo, la experiencia del equipo gestor, el proceso de inversión, el tiempo que lleva trabajando juntos o el track récord de inversiones pasadas. Y, como ocurre con el resto de inversiones de MAPFRE, se dará prioridad a los criterios ESG.

“La velocidad de implementación de las políticas ESG en los mercados ilíquidos está siendo más rápida que en los líquidos. Valoramos cómo exigen a las compañías a las que dan financiación la incorporación de estos compromisos, algo que podemos ver en los ‘covenants’ o en los spreads que están pagando en la financiación, entre otros factores”, añade Javier Lendines, director general de MAPFRE AM.

MAPFRE inició su aventura en los activos alternativos a través de fondos en 2018. Desde entonces, ha comprometido 1.350 millones de euros en fondos inmobiliarios, de infraestructuras, private equity, private debt o renovables, siempre de la mano de los mejores socios internacionales.