ARTICULO: UE y COVAX-solidaridad en acción
Escrito por:
- S.E. Dr. Volker Pellet – Embajador de la República Federal de Alemania
- S.E. Jehanne Roccas – Embajadora del Reino de Bélgica
- S.E. Eric Fournier - Embajador de Francia
- S.E. Andrea Canepari – Embajador de Italia
- S.E. Annemieke Verrijp – Embajadora de los Países Bajos
- S.E. Gianluca Grippa – Embajador, Jefe de la Delegación de la Unión Europea
Somos conscientes de las expectativas de liderazgo a nivel mundial de la Unión Europea y de nuestras aspiraciones a la hora de buscar soluciones globales y multilaterales frente a la COVID-19 de manera justa y equitativa. De ahí que la Unión Europea y sus Estados miembros hayan apostado por la cooperación multilateral a través del mecanismo COVAX para hacer frente a la pandemia.
El mecanismo COVAX es una colaboración global para acelerar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a las pruebas, tratamientos y vacunas de COVID-19. Su objetivo era la compra de 2.000 millones de dosis para finales de 2021, incluidas 1.300 millones de dosis para países de ingresos bajos y medios. Las ventajas son varias: gracias a la donación de la Unión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y los Estados Miembros, con más de USD$3.000 Millones – somos el mayor donante del mecanismo COVAX, soportando más de un tercio del presupuesto total -, se asegura el acceso a las vacunas para aquellos países que no puedan pagarlas. Además ha permitido negociar con diferentes proveedores un precio más reducido que el ofertado por otras vacunas: la República Dominicana ha recibido 91,200 dosis a través de COVAX a un precio de USD4$ cada dosis, cinco veces inferior al precio de otras vacunas.
El objetivo detrás del mecanismo COVAX es válido, pero el reto es aumentar la capacidad de producción de las vacunas y eliminar las trabas a la exportación por parte de algunos países fuera de nuestro territorio.
La Unión Europea está comprometida con el objetivo de garantizar que todas las personas que necesiten una vacuna la reciban, en cualquier parte del mundo, y a promover la salud mundial. A través de COVAX se han entregado 40.5 millones de vacunas a 118 países. Pero además del esfuerzo de la campaña de vacunación global, la Unión Europea ha invertido USD$48.500 Millones para ayudar a los socios a abordar las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia y reconstruir la economía de manera sostenible.
La opción del multilateralismo está plenamente en consonancia con nuestro compromiso general de solidaridad y justicia. Sin embargo, en lo que respecta a la llamada «diplomacia de las vacunas», la bandera europea no aparece en las entregas de vacunas, sino la de COVAX. Como dijo el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, “la UE es el principal motor de la labor de COVAX, pero no obtenemos el reconocimiento diplomático que consiguen los países que utilizan de manera bilateral la «diplomacia de las vacunas»”.
La gran mayoría de países enfrentamos una escasez de vacunas en el mercado, y lo que es peor, un incumplimiento de contratos de compras anticipadas por parte de las empresas farmaceuticas. Tanto la República Dominicana como la Unión Europea adelantaron el pago de la compra de millones de dosis para su población, que nunca llegó, o lo hizo en cantidades muy inferiores a las pactadas. Recientemente la Unión Europea ha demandado ante los tribunales al fabricante AstraZeneca/Oxford por incumplimiento de contrato. Durante el primer semestre del 2021, esta farmaceútica solo habrá suministrado 100 millones de las 300 millones de dosis pactadas por contrato.
Desde el inicio, la Unión Europea y sus Estados Miembros eligieron el camino de la cooperación global para enfrentar todos juntos la lucha contra la COVID-19. Lo primero fue financiando con más de USD$1.000 M la investigación, y con USD$3.500 M el desarrollo de la capacidad productiva de los laboratorios. Gracias a la inversión temprana en proyectos de un elevado índice de riesgo, sin garantías sobre el éxito del resultado final, hoy día contamos con las vacunas. La nueva tecnología ARNm, que ha sido esencial para el rápido desarrollo de varias vacunas, se ha desarrollado en Europa. La UE ha sido clave en el apoyo a la vacuna BioNTech-Pfizer con investigación y tecnología alemana. Además, Países de la UE como Italia, duramente golpeados durante la primera fase de la pandemia, pusieron a disposición de la comunidad internacional y de la OMS todos lo datos médicos y de tratamiento contra el COVID: este esfuerzo, a pesar de una situación sanitaria interna difícil y en pleno espíritu de transparencia y cooperación multilateral, contribuyó a salvar miles de vidas alrededor del mundo. Finalmente, Italia incluso continuó exportando dispositivos de protección personal y material para la lucha contra el Covid.
Con una población de 450 millones de personas, la Unión Europea eligió comprar más vacunas de las que necesitaría para vacunar a la totalidad de su población. La inversión europea a través de la compra anticipada de 1.300 millones de dosis de vacunas, supuso una inyección de recursos adicionales para las empresas farmaceúticas, que consiguieron acelerar sus procesos de investigación y producción. Y ese excedente de vacunas inicialmente previsto, será repartido por la Unión Europea y sus Estados Miembros para posibles donaciones de sus lotes asignados. De ahí que tanto el Presidente del Gobierno español, como otros Jefes de gobierno europeos hayan anunciado recientemente la donación de parte de su stock futuro a diversas regiones.
Además, los países de la Unión Europea eligieron vacunar a sus ciudadanos y, al mismo tiempo, exportar vacunas al exterior. Dentro del territorio europeo se está llevando a cabo una parte importante de la producción mundial de las vacunas gracias a las inversiones en ciencia y tecnología realizadas, pero además, la mitad de esa producción se exporta al resto del mundo. Hasta la fecha, desde el territorio de la UE se han exportado más de 200 millones de vacunas a 43 países, incluida la República Dominicana. En los próximos días se espera la llegada al país de un lote de 178.200 dosis de vacunas AstraZeneca producidas en la Unión Europea. No serán suficientes, pero son parte de un ejercicio de ética y solidaridad que los europeos hacemos con el resto del mundo.
Nuestro deseo sería que otros países productores de vacunas, que de facto prohiben la exportación, se sumen a este ejercicio de solidaridad y generosidad y permitan las exportaciones, especialmente dado el avanzado ritmo de sus planes de vacunación.
Mientras tanto, la Unión Europea y sus Estados Miembros continuaremos ejerciendo el papel de liderar la respuesta multilateral a través del mecanismo COVAX, exportando vacunas al resto del mundo y vacunando a nuestra propia población. La lucha de los europeos contra la pandemia de COVID-19 no termina en nuestras fronteras. La UE seguirá contribuyendo activamente a generar una respuesta mundial con alcance solidario y equitativo.