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El sistema de pensiones perdió uno de cada cuatro cotizantes en dos meses
Escrito el 15 jun 2020
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El Sistema Dominicano de Pensiones está sufriendo una hemorragia: entre marzo y mayo la cantidad de cotizantes cayó un 25.6%, como consecuencia de los efectos del Covid-19 y el llamado Gran Confinamiento en la economía.
En otras palabras, el sistema previsional perdió aproximadamente uno de cada cuatro cotizantes activos desde marzo pasado, mes en que se detectó la presencia del virus en el país, explica el economista Enmanuel Cedeño Brea, autor de un análisis sobre el tema y vicerrector de investigación del Instituto OMG.
Cedeño Brea resalta que, conforme a las estadísticas de la Superintendencia de Pensiones, el número de cotizantes como porcentaje del total de afiliados cayó a un 34.65% a final de mayo, el valor más bajo que haya tenido la ratio en su historia.
Al cierre de marzo había más de 45 cotizantes por cada 100 afiliados, de modo que el indicador perdió cerca de 11 puntos en dos meses. Eso supone una pérdida de casi 11 cotizantes por cada 100 afiliados en dos meses consecutivos.
Esta sería una “tendencia destructiva”, que de mantenerse implicaría la pérdida de la mayoría de los cotizantes en pocos meses. También representa lo que Cedeño Brea llama “lagunas previsionales”, que ocurren cuando durante algunos un afiliado no cotiza para su pensión.
“Las lagunas previsionales operan en detrimento de la pensión de los afiliados – especialmente, de los cotizantes más jóvenes y de aquellos que menor salario tienen. De los 502,502 cotizantes perdidos entre marzo y mayo de 2020, aproximadamente un 75 % tiene 44 años o menos, mientras que un 95 % gana tres salarios o menos. Las lagunas previsionales los afectan porque el dinero que ingresan (y que dejan de ingresar) a sus cuentas es menor y se reinvierte menos, aumentando el riesgo de mayor vulnerabilidad al momento de pensionarse”.
El economista cita que, en un escenario sin Covid-19, se esperaba que los cotizantes superasen los 2 millones durante 2020, en parte como resultado de la implementación de la Ley 13-20, promulgada en febrero pasado.
“Esta ley prometía ‘afiliar a más de 150 mil personas’ al sistema de seguridad social. La realidad ha sido muy distinta. La crisis neutralizó cualquier efecto de la referida Ley”, refiere.
Caída histórica en las recaudaciones
Con respecto a las recaudaciones, el impacto del Covid-19 se traducen en un desplome de un 21.20 % en abril pasado con relación a marzo, que representa una disminución mensual de casi RD$ 885 millones. “La caída mensual más aguda en las recaudaciones de los últimos 15 años”, subraya Cedeño Brea.
Otro frente por el que la pandemia “infecta” al sistema previsional dominicano es la devaluación del peso con respecto al dólar estadounidense, que se acercaba al 10% al cierre de mayo.
“Esta devaluación puede contagiar a los fondos de pensiones”, explica el experto, atendiendo a que el 85% del patrimonio de los fondos está en pesos, frente a un 15% invertido en dólares.
Si a estos hechos se suma la propuesta de ley para permitir la extracción del 30% de los fondos, el escenario se complica aún más para este paciente.
Para Cedeño Brea, la iniciativa propone “combatir una crisis con otra”, y no es buena idea: “Es como una persona hambrienta insistiendo saciarse comiendo frutos envenenados. Los frutos pueden quitarle el hambre, pero luego le cobrarán la vida”.
En otras palabras, el sistema previsional perdió aproximadamente uno de cada cuatro cotizantes activos desde marzo pasado, mes en que se detectó la presencia del virus en el país, explica el economista Enmanuel Cedeño Brea, autor de un análisis sobre el tema y vicerrector de investigación del Instituto OMG.
Cedeño Brea resalta que, conforme a las estadísticas de la Superintendencia de Pensiones, el número de cotizantes como porcentaje del total de afiliados cayó a un 34.65% a final de mayo, el valor más bajo que haya tenido la ratio en su historia.
Al cierre de marzo había más de 45 cotizantes por cada 100 afiliados, de modo que el indicador perdió cerca de 11 puntos en dos meses. Eso supone una pérdida de casi 11 cotizantes por cada 100 afiliados en dos meses consecutivos.
Esta sería una “tendencia destructiva”, que de mantenerse implicaría la pérdida de la mayoría de los cotizantes en pocos meses. También representa lo que Cedeño Brea llama “lagunas previsionales”, que ocurren cuando durante algunos un afiliado no cotiza para su pensión.
“Las lagunas previsionales operan en detrimento de la pensión de los afiliados – especialmente, de los cotizantes más jóvenes y de aquellos que menor salario tienen. De los 502,502 cotizantes perdidos entre marzo y mayo de 2020, aproximadamente un 75 % tiene 44 años o menos, mientras que un 95 % gana tres salarios o menos. Las lagunas previsionales los afectan porque el dinero que ingresan (y que dejan de ingresar) a sus cuentas es menor y se reinvierte menos, aumentando el riesgo de mayor vulnerabilidad al momento de pensionarse”.
El economista cita que, en un escenario sin Covid-19, se esperaba que los cotizantes superasen los 2 millones durante 2020, en parte como resultado de la implementación de la Ley 13-20, promulgada en febrero pasado.
“Esta ley prometía ‘afiliar a más de 150 mil personas’ al sistema de seguridad social. La realidad ha sido muy distinta. La crisis neutralizó cualquier efecto de la referida Ley”, refiere.
Caída histórica en las recaudaciones
Con respecto a las recaudaciones, el impacto del Covid-19 se traducen en un desplome de un 21.20 % en abril pasado con relación a marzo, que representa una disminución mensual de casi RD$ 885 millones. “La caída mensual más aguda en las recaudaciones de los últimos 15 años”, subraya Cedeño Brea.
Devaluación
Otro frente por el que la pandemia “infecta” al sistema previsional dominicano es la devaluación del peso con respecto al dólar estadounidense, que se acercaba al 10% al cierre de mayo.
“Esta devaluación puede contagiar a los fondos de pensiones”, explica el experto, atendiendo a que el 85% del patrimonio de los fondos está en pesos, frente a un 15% invertido en dólares.
Si a estos hechos se suma la propuesta de ley para permitir la extracción del 30% de los fondos, el escenario se complica aún más para este paciente.
Para Cedeño Brea, la iniciativa propone “combatir una crisis con otra”, y no es buena idea: “Es como una persona hambrienta insistiendo saciarse comiendo frutos envenenados. Los frutos pueden quitarle el hambre, pero luego le cobrarán la vida”.