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Retos empresariales ante un mercado asegurador volátil
Escrito el 21 oct 2019
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Todo empresario asegurado está al tanto del aumento del costo que han experimentado los programas de seguros comerciales durante los últimos dos años a partir del embate de los Huracanes Irma y Maria en septiembre del 2017. Aunque estos aumentos se han visto reflejados en prácticamente todas las líneas de seguros, los seguros de Propiedad Comercial han sido particularmente dolorosos, alcanzando niveles inusitados durante los últimos ocho años. Aumentos de 100%, 200%, 300% y mayores, sobre los niveles de primas previos a septiembre del 2017, han sido la regla en vez de la excepción.
Lo que todo empresario tal vez no está al tanto, es que esta corrección en precios aún está muy lejos de estabilizarse. El efecto que hemos experimentado, hasta ahora, había sido impulsado por el aumento en costos de reaseguro en los riesgos catastróficos (particularmente Huracán), en la cuenca del Caribe. El reaseguro catastrófico es el seguro que las aseguradoras de primer orden obtienen para poder distribuir su riesgo y de ese modo poder continuar ofreciendo el servicio a sus asegurados.
El efecto de los huracanes Irma y Maria causó que todos los reaseguradores catastróficos sufrieran perdidas excesivas impactando severamente su capital y reduciendo así su capacidad de asumir nuevos riesgos o renovar sus antiguos riesgos. Igualmente, se han visto múltiples reaseguradores imposibilitados de continuar ofreciendo sus servicios y se han retirado del mercado, reduciendo aún más la capacidad de capital disponible para asegurar estos riesgos.
Esta situación se podría describir como una corrección regional de la Cuenca del Caribe y aquellas otras áreas afectadas por riesgos de Huracán (Golfo de México y la Costa Este de estados Unidos).
Por si fuera poco, a este poco prometedor panorama se le suma una nueva tendencia que está afectando la industria de seguros a nivel global. Se trata de una corrección global en los precios de la mayoría de las líneas de negocio de seguros, no solamente de Propiedad Comercial, sino Responsabilidad Pública, Riesgos Cibernéticos, Seguros de Carga y, en fin, un sin número de otras contingencias asegurables. Pero, sobre todo, los riesgos de Propiedad, inclusive en áreas no propensas a pérdidas catastróficas.
En términos generales, la industria de seguros, en todas sus modalidades, había venido pasando por un ciclo de precios bajos (“soft market”) durante los últimos 10 años, que gradualmente había visto deteriorarse los márgenes de ganancias (y por ende los niveles de capital) de las aseguradoras. La aceleración de las perdidas catastróficas recientes (huracanes, terremotos, incendios forestales, inundaciones, etc.) y de riesgos emergentes tales como la explosión de pérdidas causadas por ataques cibernéticos, han sido el catalítico para desarrollar esta nueva tendencia alcista en precios a nivel global.
Ante esta situación, cobran aun mayor importancia las medidas de prevención de riesgos que los empresarios implementen en sus negocios.
Históricamente, las aseguradoras de primer orden han realizado inspecciones a las facilidades de sus asegurados para luego emitir un informe de calificación del riesgo de Propiedad y recomendaciones para mejorarlo. La realidad es que mientras los empresarios podían anticipar una renovación de sus seguros con un descuento anual casi garantizado, existía muy poca motivación para actuar sobre dichas recomendaciones, que a menudo implicaban una inversión de algún capital.
Sin embargo, ante esta nueva realidad de costos elevadísimos, y que todos los analistas de la industria coinciden en que van a continuar en aumento, la implementación de estas recomendaciones cobra una gran importancia. El mejorar la calificación de su riesgo podría traducirse en una reducción marcada en el costo del seguro de Propiedad, o por lo menos en el aumento al que estuviera expuesto de no implementarse.
Adicionalmente, el mejorar el perfil de riesgo de su negocio le permite al empresario contemplar con mayor tranquilidad otras opciones de control del gasto, tales como mayores retenciones de riesgo mediante la utilización de deducibles mayores en sus pólizas. También se puede comprar menor límite de seguro de Interrupción de Negocios, toda vez que el empresario esté convencido que su sistema de supresión de incendios es uno optimo que limitará sustancialmente el alcance de posibles daños y el tiempo de recuperación de los mismos.
Por último, se debe mencionar que muchas de las medidas que estas inspecciones recomiendan, se pueden realizar con unas inversiones muy reducidas. Solamente requieren el compromiso y voluntad del asegurado para realizarlas, reconociendo que habrá medidas más costosas que requerirán una mayor inversión mediante un ejercicio de presupuesto que se puede programar a futuro.
En una próxima intervención hablaremos de otras medidas que se pueden realizar para continuar buscando economías en el costo de los seguros y el costo total de los riesgos empresariales.
Lo que todo empresario tal vez no está al tanto, es que esta corrección en precios aún está muy lejos de estabilizarse. El efecto que hemos experimentado, hasta ahora, había sido impulsado por el aumento en costos de reaseguro en los riesgos catastróficos (particularmente Huracán), en la cuenca del Caribe. El reaseguro catastrófico es el seguro que las aseguradoras de primer orden obtienen para poder distribuir su riesgo y de ese modo poder continuar ofreciendo el servicio a sus asegurados.
El efecto de los huracanes Irma y Maria causó que todos los reaseguradores catastróficos sufrieran perdidas excesivas impactando severamente su capital y reduciendo así su capacidad de asumir nuevos riesgos o renovar sus antiguos riesgos. Igualmente, se han visto múltiples reaseguradores imposibilitados de continuar ofreciendo sus servicios y se han retirado del mercado, reduciendo aún más la capacidad de capital disponible para asegurar estos riesgos.
Esta situación se podría describir como una corrección regional de la Cuenca del Caribe y aquellas otras áreas afectadas por riesgos de Huracán (Golfo de México y la Costa Este de estados Unidos).
Por si fuera poco, a este poco prometedor panorama se le suma una nueva tendencia que está afectando la industria de seguros a nivel global. Se trata de una corrección global en los precios de la mayoría de las líneas de negocio de seguros, no solamente de Propiedad Comercial, sino Responsabilidad Pública, Riesgos Cibernéticos, Seguros de Carga y, en fin, un sin número de otras contingencias asegurables. Pero, sobre todo, los riesgos de Propiedad, inclusive en áreas no propensas a pérdidas catastróficas.
En términos generales, la industria de seguros, en todas sus modalidades, había venido pasando por un ciclo de precios bajos (“soft market”) durante los últimos 10 años, que gradualmente había visto deteriorarse los márgenes de ganancias (y por ende los niveles de capital) de las aseguradoras. La aceleración de las perdidas catastróficas recientes (huracanes, terremotos, incendios forestales, inundaciones, etc.) y de riesgos emergentes tales como la explosión de pérdidas causadas por ataques cibernéticos, han sido el catalítico para desarrollar esta nueva tendencia alcista en precios a nivel global.
Ante esta situación, cobran aun mayor importancia las medidas de prevención de riesgos que los empresarios implementen en sus negocios.
Históricamente, las aseguradoras de primer orden han realizado inspecciones a las facilidades de sus asegurados para luego emitir un informe de calificación del riesgo de Propiedad y recomendaciones para mejorarlo. La realidad es que mientras los empresarios podían anticipar una renovación de sus seguros con un descuento anual casi garantizado, existía muy poca motivación para actuar sobre dichas recomendaciones, que a menudo implicaban una inversión de algún capital.
Sin embargo, ante esta nueva realidad de costos elevadísimos, y que todos los analistas de la industria coinciden en que van a continuar en aumento, la implementación de estas recomendaciones cobra una gran importancia. El mejorar la calificación de su riesgo podría traducirse en una reducción marcada en el costo del seguro de Propiedad, o por lo menos en el aumento al que estuviera expuesto de no implementarse.
Adicionalmente, el mejorar el perfil de riesgo de su negocio le permite al empresario contemplar con mayor tranquilidad otras opciones de control del gasto, tales como mayores retenciones de riesgo mediante la utilización de deducibles mayores en sus pólizas. También se puede comprar menor límite de seguro de Interrupción de Negocios, toda vez que el empresario esté convencido que su sistema de supresión de incendios es uno optimo que limitará sustancialmente el alcance de posibles daños y el tiempo de recuperación de los mismos.
Por último, se debe mencionar que muchas de las medidas que estas inspecciones recomiendan, se pueden realizar con unas inversiones muy reducidas. Solamente requieren el compromiso y voluntad del asegurado para realizarlas, reconociendo que habrá medidas más costosas que requerirán una mayor inversión mediante un ejercicio de presupuesto que se puede programar a futuro.
En una próxima intervención hablaremos de otras medidas que se pueden realizar para continuar buscando economías en el costo de los seguros y el costo total de los riesgos empresariales.