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Triplicado número de beneficiarios de Medicamentos Alto Costo
Escrito el 02 ene 2019
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La Farmacia Ambulatoria de ese hospital “es un esfuerzo conjunto” del Servicio Nacional de Salud (SNS), el Servicio Regional de Salud Norcentral y la Dirección de ese hospital, y forma parte “del proceso de remodelación y modernización de este centro de salud”, añadió Sánchez Cárdenas.
La directora del Programa de Medicamentos Alto Costo, Dra. Gisselle Vásquez, explicó a su vez que esta farmacia en Santiago “ha sido adecuada físicamente y equipada cumpliendo con las normativas nacionales, estándares y mejores prácticas internacionales para su funcionamiento”.
Aumento del acceso equitativo y sostenible
Según se lee en la página web del Ministerio de Salud, este es un programa orientado “a contribuir con el aumento del acceso equitativo y sostenible a medicamentos de alto costo de calidad, seguros y costo-efectivos, seleccionados en base a la mejor evidencia científica y criterios de priorización, acorde a la capacidad de financiamiento del Estado Dominicano”.
Su objetivo apunta a “responder a las principales necesidades de la población” y “a la reducción de la morbi-mortalidad por estas patologías y al aumento de la calidad de vida de esta población”.
Además del Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez en Santiago, este programa también funciona en el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez y en otros siete hospitales: Centro de Gastroenterología, CECANOT, Robert Reid Cabral, Padre Billini, Moscoso Puello, Aybar e Infantil Regional Grullón.
“Recibimos con regocijo“ esta inauguración, porque esta farmacia en la ciudad de Santiago “viene a facilitar los trámites para muchos pacientes de bajos recursos”, se felicitó el titular del SNS, Chanel Rosa.
Historia reciente
El año 2015, una litis judicial entre dos suplidores impidió durante semanas que el Programa de Alto Costo adquiera medicamentos, ni siquiera los requeridos para el tratamiento de esclerosis múltiples y otros para el cáncer.
La litis se produjo porque “había una cadena de distribución muy larga” donde hubo casos en que los suplidores obtenían márgenes de beneficio por encima del 40% de las ventas, cuando el promedio de la región era de 8%, egún la ministra de entonces, Altagracia Guzmán Marcelino.
Los recursos estatales para el efecto deben ser invertidos en trasplantes de órganos y para suplir medicamentos de alto costo a pacientes sin cobertura de salud, porque “es preferible mantener a las personas vivas que donar ataúdes para entierros”, manifestó entonces en una sonada declaración.
Guzmán Marcelino explicó que actuaba en beneficio de personas sin seguro de salud, así como de aquellas que teniéndolo habían agotado las coberturas y otras que demandaban medicamentos de alto costo que no estaban en el catálogo de prestaciones del Sistema Dominicano de Seguridad Social.
La realización del procedimiento de un trasplante alcanzaba para la fecha un monto aproximado al millón de pesos, mientras que el costo de la terapia anual de medicamentos oscilaba entre 360 mil y 420 mil pesos por cada paciente, dependiendo del tipo de terapia. No se conoce cuáles son los montos en la actualidad.
