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Cuando el hígado acumula grasa
Escrito el 04 sep 2017
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El hígado tiene la función de procesar todo lo que comemos y bebemos, así como de filtrar las sustancias tóxicas que se encuentran en la sangre.
Cuando el hígado está acumulando grasa no puede funcionar adecuadamente. Tener grasa en el hígado es normal, pero si hay más de 5 a 10 % de su peso, entonces se le llama enfermedad de hígado graso. La acumulación de la grasa se produce en forma de triglicéridos en la célula hepática.
Son sinónimos: hígado graso, esteatosis hepática, degeneración hepática del hígado.
La palabra esteatosis proviene de esteato, prefijo que significa grasa o sebo.
Según sea la causa de acumulación de grasa hay dos tipos principales:
Existen dos tipos de hígado graso que no están relacionados con el consumo de alcohol:
El estrés oxidativo (desequilibrio entre las sustancias químicas prooxidantes y antioxidantes que deriva en daño de las células hepáticas) y las citoquinas (producción y liberación de proteínas inflamatorias tóxicas) liberadas, sumado a necrosis o muerte de las células hepáticas son importantes factores que en conjunto contribuyen a la esteatohepatitis y a la progresión del daño hepático con fibrosis (tejido cicatricial) en individuos genéticamente susceptibles. Las hepatitis virales (B y C) y la hepatopatía alcohólica son cruciales para la salud mundial, pero no son las únicas afecciones responsables de la carga que representa la patología hepática a la salud mundial.
En las últimas dos décadas se ha confirmado que la enfermedad del hígado graso no alcohólico es actualmente la causa más frecuente de enfermedad hepática.
La prevalencia se ha duplicado en los últimos años por el aumento de la obesidad y síndrome metabólico, al punto de que la prevalencia de otras enfermedades hepáticas crónicas se han mantenido estable o incluso ha disminuido.
Esta es un motivo de consulta cada vez más común, aumentando la carga mundial de las enfermedades hepáticas y afectando la salud pública y los costos de la atención sanitaria a nivel mundial. Se estima que aumentará los costos médicos.
Cuando el hígado está acumulando grasa no puede funcionar adecuadamente. Tener grasa en el hígado es normal, pero si hay más de 5 a 10 % de su peso, entonces se le llama enfermedad de hígado graso. La acumulación de la grasa se produce en forma de triglicéridos en la célula hepática.
Son sinónimos: hígado graso, esteatosis hepática, degeneración hepática del hígado.
La palabra esteatosis proviene de esteato, prefijo que significa grasa o sebo.
Según sea la causa de acumulación de grasa hay dos tipos principales:
- Enfermedad del hígado graso que no está relacionada con el consumo de alcohol.
- Enfermedad del hígado graso por alcohol, también llamada esteatosis hepática-alcohólica.
Existen dos tipos de hígado graso que no están relacionados con el consumo de alcohol:
- Hígado graso simple: Hay grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado.
- Esteatosis hepática no alcohólica: existe inflamación y daños en las células del hígado. Lo que conlleva a fibrosis ocicatrización anormal con progresión a cirrosis, necesidad de trasplante hepático y cáncer de hígado.
El estrés oxidativo (desequilibrio entre las sustancias químicas prooxidantes y antioxidantes que deriva en daño de las células hepáticas) y las citoquinas (producción y liberación de proteínas inflamatorias tóxicas) liberadas, sumado a necrosis o muerte de las células hepáticas son importantes factores que en conjunto contribuyen a la esteatohepatitis y a la progresión del daño hepático con fibrosis (tejido cicatricial) en individuos genéticamente susceptibles. Las hepatitis virales (B y C) y la hepatopatía alcohólica son cruciales para la salud mundial, pero no son las únicas afecciones responsables de la carga que representa la patología hepática a la salud mundial.
En las últimas dos décadas se ha confirmado que la enfermedad del hígado graso no alcohólico es actualmente la causa más frecuente de enfermedad hepática.
La prevalencia se ha duplicado en los últimos años por el aumento de la obesidad y síndrome metabólico, al punto de que la prevalencia de otras enfermedades hepáticas crónicas se han mantenido estable o incluso ha disminuido.
Esta es un motivo de consulta cada vez más común, aumentando la carga mundial de las enfermedades hepáticas y afectando la salud pública y los costos de la atención sanitaria a nivel mundial. Se estima que aumentará los costos médicos.