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Alerta médica: aumento preocupante de enfermedad hepática silenciosa en hispanos y niños
Escrito el 14 sep 2023
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La cirrosis hepática, tradicionalmente asociada con el consumo crónico de alcohol a largo plazo, es una enfermedad bien conocida. Sin embargo, surge una tendencia inquietante en la comunidad hispana y entre los niños de los Estados Unidos: la proliferación de la Enfermedad No Alcohólica del Hígado Graso (NAFLD), también conocida como «la enfermedad silenciosa».
La NAFLD: mucho más que la cirrosis
La Enfermedad No Alcohólica del Hígado Graso, caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado sin vínculo con el consumo de alcohol, está avanzando a una velocidad alarmante en la población hispana y en los niños. La Dra. Blanca Lizaola-Mayo, directora médica del Centro de Trasplantes Hepáticos de Mayo Clinic en Arizona, advierte que «un sorprendente 48 por ciento de la población hispana en los Estados Unidos padece esta enfermedad hepática, y muchos ni siquiera son conscientes de ello debido a la falta de síntomas evidentes».
Impacto en los niños: una tendencia preocupante
La NAFLD no solo afecta a los adultos, sino que también está dejando su huella en los niños. En la actualidad, es la enfermedad hepática más común en los niños de los Estados Unidos, impactando a aproximadamente 8 millones de niños y adolescentes. Factores como la obesidad, el colesterol elevado, la resistencia a la insulina y los altos niveles de glucosa en sangre se han identificado como desencadenantes de esta preocupante tendencia.
La Dra. Lizaola-Mayo señala: «Creemos que esta creciente prevalencia está relacionada con la falta de actividad física y el sedentarismo. Cada vez más, vemos a niños frente a pantallas y siguiendo dietas poco saludables, factores de riesgo significativos».
Entre los factores de riesgo se encuentran:
La clave: identificar y cambiar el estilo de vida
A pesar de su gravedad, la NAFLD es tratable y reversible si se detecta a tiempo. La Dra. Lizaola-Mayo enfatiza que mantener un peso saludable, llevar una alimentación equilibrada y hacer ejercicio regularmente son medidas cruciales para prevenir esta enfermedad. Los factores de riesgo, incluyendo la obesidad, el colesterol alto, la diabetes y la hipertensión arterial, pueden ser manejados a través de cambios en el estilo de vida.
Se recomienda realizar análisis de sangre periódicos para medir los niveles de enzimas hepáticas, lo que puede ayudar a identificar el riesgo temprano de NAFLD. En caso necesario, se pueden llevar a cabo pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico.
El desafío continúa
A medida que la NAFLD sigue propagándose en la comunidad hispana y entre los jóvenes, es fundamental aumentar la conciencia sobre su alcance y sus consecuencias. La salud de las generaciones futuras depende de nuestra acción y prevención temprana. Esté atento a futuras actualizaciones y recursos disponibles para combatir esta creciente amenaza para la salud.
Recuerde que esta enfermedad del hígado es tratable y reversible si se identifica y se trata antes de que se presente cirrosis. Su salud y la de su familia están en juego.
La NAFLD: mucho más que la cirrosis
La Enfermedad No Alcohólica del Hígado Graso, caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado sin vínculo con el consumo de alcohol, está avanzando a una velocidad alarmante en la población hispana y en los niños. La Dra. Blanca Lizaola-Mayo, directora médica del Centro de Trasplantes Hepáticos de Mayo Clinic en Arizona, advierte que «un sorprendente 48 por ciento de la población hispana en los Estados Unidos padece esta enfermedad hepática, y muchos ni siquiera son conscientes de ello debido a la falta de síntomas evidentes».
Impacto en los niños: una tendencia preocupante
La NAFLD no solo afecta a los adultos, sino que también está dejando su huella en los niños. En la actualidad, es la enfermedad hepática más común en los niños de los Estados Unidos, impactando a aproximadamente 8 millones de niños y adolescentes. Factores como la obesidad, el colesterol elevado, la resistencia a la insulina y los altos niveles de glucosa en sangre se han identificado como desencadenantes de esta preocupante tendencia.
La Dra. Lizaola-Mayo señala: «Creemos que esta creciente prevalencia está relacionada con la falta de actividad física y el sedentarismo. Cada vez más, vemos a niños frente a pantallas y siguiendo dietas poco saludables, factores de riesgo significativos».
Entre los factores de riesgo se encuentran:
- Obesidad
- Colesterol alto
- Diabetes
- Presión arterial alta
La clave: identificar y cambiar el estilo de vida
A pesar de su gravedad, la NAFLD es tratable y reversible si se detecta a tiempo. La Dra. Lizaola-Mayo enfatiza que mantener un peso saludable, llevar una alimentación equilibrada y hacer ejercicio regularmente son medidas cruciales para prevenir esta enfermedad. Los factores de riesgo, incluyendo la obesidad, el colesterol alto, la diabetes y la hipertensión arterial, pueden ser manejados a través de cambios en el estilo de vida.
Se recomienda realizar análisis de sangre periódicos para medir los niveles de enzimas hepáticas, lo que puede ayudar a identificar el riesgo temprano de NAFLD. En caso necesario, se pueden llevar a cabo pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico.
El desafío continúa
A medida que la NAFLD sigue propagándose en la comunidad hispana y entre los jóvenes, es fundamental aumentar la conciencia sobre su alcance y sus consecuencias. La salud de las generaciones futuras depende de nuestra acción y prevención temprana. Esté atento a futuras actualizaciones y recursos disponibles para combatir esta creciente amenaza para la salud.
Recuerde que esta enfermedad del hígado es tratable y reversible si se identifica y se trata antes de que se presente cirrosis. Su salud y la de su familia están en juego.