Con un valor de casi 100.000 millones de dólares, el mercado de la titulización de activos de seguros (ILS, por sus siglas en inglés) es una importante fuente de capacidad para aseguradoras, reaseguradoras y la retrocesión, principalmente en el ámbito de las catástrofes naturales.
En un entorno de mercado donde la capacidad ofrecida por el sector asegurador no crece al mismo al mismo ritmo que la demanda de protección frente a los riesgos cibernéticos, los ciberseguros se presentan como una oportunidad para la ILS.
S&P Global Ratings publica un informe explorando las posibilidades de un mercado sobre el que los gestores de capital alternativo no han mostrado todavía mucho interés y que se encuentra todavía en fase embrionaria.
El hecho de que aseguradoras y reaseguradoras que suscriben el riesgo cibernético no están siendo capaces de seguir el ritmo de aumento de la demanda está provocando una subida significativa en las tarifas y un déficit de protección. Según la agencia de calificación, la ILS podría impulsar el desarrollo del mercado de los ciberseguros.
Sin embargo, matizan sus analistas, “creemos que el crecimiento de los ILS cibernéticos será lento a corto y medio plazo, debido al importante riesgo de acumulación, la menor inmunidad a la volatilidad de los mercados financieros y la complejidad y heterogeneidad de los riesgos cibernéticos”.
Simplificar las transacciones
Según S&P Global Ratings, una forma de atraer a más inversores de ILS al espacio del ciberseguro podría ser ofrecer transacciones simplificadas con un solo riesgo cibernético claramente definido, para ayudarles a entender mejor el riesgo subyacente y cuantificar su exposición al mismo.
Según Aon, los inversores en ILS proporcionaron alrededor de 97.000 millones de dólares en capital a finales del primer trimestre de 2022, ligeramente superior a los 96.000 millones de dólares de finales de 2021. Esta cantidad representa alrededor del 15% del capital aportado al sector mundial del sector del reaseguro en total, y se ha mantenido relativamente estable desde 2018. En cambio, durante el mismo periodo, el capital procedente de fuentes tradicionales ha aumentado un 12%.
Ahora, sin embargo las condiciones para los inversores en valores vinculados a seguros están mejorando, tras varios años difíciles debido al creciente número de catástrofes naturales.