Buenos Aires, 22 de agosto de 2022 (OPS)- Con el objetivo de apoyar a países de América Latina y el Caribe a actualizar o elaborar planes operativos para enfrentar futuras pandemias, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realiza esta semana en Buenos Aires, un taller regional de preparación y respuesta a eventos con potencial epidémico y pandémico causados por virus respiratorios, que tiene en cuenta las lecciones de la COVID-19.
“Mientras nos reunimos hoy, seguimos lidiando con la actual pandemia de COVID-19 y, al mismo tiempo, nos enfrentamos al brote de viruela símica en varios países”, sostuvo la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne. La COVID-19, consideró, “ha sido un reto formidable” y “un duro recordatorio de la responsabilidad que todos tenemos de invertir en la prevención, preparación y respuesta a eventos debidos a patógenos transmisibles”.
La doctora Etienne detalló que, hasta el miércoles pasado, se registraron 170 millones de casos y casi 3 millones de muertes por COVID-19 en las Américas. Indicó que otros patógenos respiratorios están reemergiendo y que la gripe estacional causa entre 290.000 y 650.000 fallecimientos cada año en la región. “No debemos olvidar nunca que no se trata de si se producirá una pandemia por un nuevo virus de influenza, sino de cuándo ocurrirá”, advirtió.
“Nuestra capacidad de respuesta a las emergencias sanitarias depende de lo que hemos hecho antes de que ocurran y de lo que hemos aprendido durante emergencias previas” como la de COVID-19, remarcó la Directora de la OPS durante la apertura del taller, que reúne a referentes técnicos en epidemiología, laboratorio, inmunizaciones y comunicación de riesgos de los ministerios de Salud de Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Surinam y República Dominicana.
Contar con un plan de preparación y respuesta a eventos con potencial epidémico y pandémico es una de las capacidades básicas requeridas por el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), un convenio internacional jurídicamente vinculante adoptado por los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir y responder a amenazas para la salud pública que puedan atravesar fronteras y afectar a las poblaciones de todo el mundo.
“Los sistemas de salud que funcionan son la base de la seguridad sanitaria”, aseveró la Directora de la OPS y consideró esencial “asegurar las cadenas de suministro de vacunas, medicamentos, reactivos de laboratorio, equipos de protección personal y otros bienes estratégicos de salud pública” antes de que ocurra una próxima emergencia, así como “reforzar la resiliencia de los sistemas de salud con recursos humanos y planificación”.
La doctora Etienne recordó que dos centros de Argentina y Brasil fueron designados por la OMS para el futuro desarrollo y producción de vacunas con tecnología ARN mensajero, algo que se espera mejore el acceso oportuno y equitativo a vacunas en la región y contribuya a la autosuficiencia sanitaria. “Todo esto es clave para que estemos preparados para responder y tener éxito durante las emergencias que amenacen a nuestra región”, subrayó.
La ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, sostuvo que la pandemia de COVID-19 evidenció que la salud “debe ser una prioridad para todo el mundo”, porque, dijo, “sin salud no se puede estudiar, trabajar ni producir”. Tras indicar que el Estado argentino debió reformularse para dar respuesta a la pandemia, Vizzotti consideró que la región debe fortalecerse para enfrentar dificultades de acceso a insumos médicos -algo aprendido durante la COVID-, y “pensar en cómo podemos producir y ampliar el acceso a vacunas”.
Al reflexionar sobre la respuesta de los países a la emergencia, Vizzotti manifestó que “fuimos capaces de hacer muchas cosas en muy poco tiempo, tenemos que mirar para atrás para observar lo aprendido, pero también hacia adelante para fortalecernos y generar acciones que nos encuentren en una mejor situación en la próxima pandemia”.
Por su parte, la Representante de la OPS en Argentina, Eva Jané Llopis, recordó que “la pandemia de COVID-19 aún no ha terminado” y que desde la declaración de la emergencia de salud pública de importancia internacional el 30 de enero de 2020, “la respuesta debió ajustarse, requirió buscar financiamiento e implicar a otros sectores” ante su gran envergadura y duración. “Reflexionar sobre lo que hicimos, llevarlo al nivel de estrategias, y pensar en otros retos epidemiológicos es crucial para seguir avanzando”, consideró.
La OPS espera realizar talleres similares con otros países de la región durante 2022. Lo producido en este y otros talleres integrará la visión de la región de las Américas en los documentos y guías globales de preparación y respuesta a pandemias.