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El desarrollo de la industria aseguradora en la América Latina postcovid

Situación del mercado asegurador, Respecto a cuáles serían los cambios más destacados y la situación del mercado asegurador en general, Gunn explica que “tendremos que aprender a coexistir y convivir con el Covid-19 por mucho tiempo.  No creo que esto tenga un marcado principio y final; en Latinoamérica todavía no se normaliza la curva de contagios. Respecto al mercado, creo que ocurrirán cambios; algunos ya están ocurriendo, aunque posiblemente no en todos los segmentos de clientes o productos. Definitivamente se viene un mercado asegurador diferente”.

“En Latinoamérica, observamos que los grandes negocios necesitan capacidad de facturación catastrófica. Además, en ciertas líneas, como pueden ser las financieras, D&O (Directores y Gerentes), Commercial Crime (Delitos Comerciales) o BBB (Integral Bancaria), se observan incrementos de precios”, agregó.

Segmentos más afectados, “Como primer impacto se ve una clara disminución en el segmento de consumo de personas. Cuando se incrementa el desempleo y los recursos deben abocarse a lo básico, el seguro pasa a tener menor relevancia, ya que es lo primero a lo que se renuncia” sostuvo Méndez.

En relación del tipo de clientes, el Presidente de Chubb Seguros Argentina agrega que las pymes son las que más van a sufrir; a pesar de ser un motor de crecimiento, también son las más susceptibles a tener problemas de cashflow. “La misma suerte correrían las actividades más impactadas por la cuarentena como restaurantes, la industria del entretenimiento o la construcción, entre otros”, indicó.

El impacto de la pandemia en el mercado asegurador, En la industria aseguradora en general, comenzarán a generarse exclusiones para la pandemia, junto con una profunda revisión de los textos de las pólizas. “En este último tiempo, algunas aseguradoras comenzaron a ver cómo se elevaba su exposición a niveles que no tenían cuantificados, por lo que tendrán que pagar mucho más de lo que esperaban previo al Covid-19. El sector en general también se va a poner muy estricto con los tipos de textos de póliza que se emplean”, añadió Méndez.

En función al tipo de producto, ambos representantes de Chubb ven con buen augurio el futuro del sector tecnología, hogar o la línea de cibernéticos.

El futuro de la comercialización, En relación a los cambios que existirían en la comercialización de seguros, desde hace un tiempo se observa una clara tendencia del público consumidor a informarse y realizar al menos una comparación de seguros a través de los medios digitales. Sin embargo, no dejan de ser vital la comunidad de agentes -principalmente para las pymes y el mercado medio- como fuente de información y, sobre todo, por la confianza que brindan. Deberá encontrarse la manera de hacer coexistir ambos modelos, optimizando la totalidad de los procesos de atención a clientes y diseñándolos bajo una mirada holística e integradora.

Las aseguradoras deberán trabajar para mejorar la experiencia de usuarios y usuarias end-to-end (en todo el proceso)

¿Qué podemos esperar en términos de modernización? El cambio será hacia la digitalización y al aumento de canales de este tipo para la compra de productos, en algunos rubros más que en otros. En ese sentido, las aseguradoras deberán trabajar en una propuesta de valor sostenida en el tiempo para mejorar la experiencia de usuarios y usuarias y garantizar un servicio activo 24/7.

En esa línea, Gunn explica que “se producirán muchos cambios y oportunidades; la clave estará en sentarse a pensar cómo materializar una propuesta de valor para lograr estar más cerca de nuestra cartera de clientes, no solo desde el punto de vista de la visibilidad, sino también desde la participación en sus decisiones”.

La situación de Chubb, En relación a la multinacional de seguros, el Vicepresidente de Chubb Group indica que una vez terminada la fase crítica de la pandemia, la empresa saldrá más fortalecida que nunca. “Desde hace tres años teníamos una estrategia muy bien estructurada alrededor de transformarnos y de pasar de ser una aseguradora tradicional a una digital. La crisis sanitaria solo aceleró este proceso, pero era algo que ya veníamos trabajando como parte de nuestra propuesta de valor. Más de 5.000 colaboradores/as en América Latina hoy trabajan remotamente desde sus casas sin inconveniente”, finalizó.

Los principales desafíos para los próximos años, En primer lugar, en América Latina, los grandes negocios necesitarán desarrollar su capacidad de facturación catastrófica. Por otro lado, y a la luz de una clara necesidad de aprender a coexistir y convivir con el Covid-19, el sector deberá generar exclusiones para la pandemia y realizar una profunda revisión de sus pólizas.

Sectores como el de los seguros vinculados a la tecnología, el hogar o la línea de riesgos cibernéticos, tendrán un futuro prometedor y probablemente se desarrollarán sobre ellos nuevos productos. En ese sentido, el mercado sufrirá cambios en el modo de ofrecer sus productos, impactando en la comercialización de los seguros en general, sin importar cuál sea el rubro.

Así las cosas, deberá encontrarse la manera de que coexistan los modelos de atención y experiencia de clientes y clientas ya mencionados: el digital y la atención personalizada. Será clave optimizar la totalidad de los procesos de atención a clientes y diseñarlos bajo una mirada holística e integradora. Y las aseguradoras deberán trabajar en línea con esto.

¿Cuáles son las oportunidades y tendencias para el sector?, En líneas como las financieras, D&O (Directores y Gerentes), Commercial Crime (Delitos Comerciales) o BBB (Integral Bancaria), se observa un incremento de precios.

Por otro lado, el estudio “Seguridad en tiempos de trabajo remoto, ¿cuáles son los riesgos y principales preocupaciones de las personas latinoamericanas frente a esta modalidad laboral?”, que recolectó respuestas de 1.728 personas entre clientes, socios/as de negocio y fuerza laboral de Chubb en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú y Puerto Rico, reveló las siguientes tendencias:

Este estudio permitió llegar a la conclusión de que la mayoría de las personas latinoamericanas que cuentan con un seguro reafirmaron el valor de tener una póliza.

Así mismo, nuestra encuesta denominada Es hora de volar: el impacto del Covid-19 en el presente y el futuro de los viajes de negocios, la primera en su tipo, podemos deducir que hay una revalorización por parte de la comunidad empresarial respecto de las coberturas y asistencias que ofrecen los seguros de viajes, así como cierta ansiedad por retomar las actividades habituales para seguir formando relaciones de negocio mientras cuentan con una protección.

Los principales resultados que dan cuenta de la tendencia en el consumo de estos productos son:

Los viajeros y viajeras de negocios de todo el mundo, incluyendo Latinoamérica, creen que la pandemia y las restricciones de viaje relacionadas han afectado a las empresas, así como la capacidad de su plantel laboral para desarrollar y concretar negocios, atender a clientes y mantener relaciones comerciales.

Esto da cuenta de posibilidades de crecimiento y mejora en torno a seguros específicos como efectos personales, salud, hogar o viajes, al igual que una clara oportunidad de trabajar respecto del sector en general a raíz de una mayor conciencia de los consumidores/as finales sobre los peligros a los que están expuestos/as.

¿Qué es el mercado asegurador?, Un mercado es el comercio público de compra y venta de productos y servicios y, como tal, opera en una economía de libre competencia, gobernado por las leyes de la oferta y la demanda donde vendedores/as y compradores/as actúan con libertad dentro del marco regulatorio, pero supervisados por organismos públicos.

En nuestro país, es la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), organismo público descentralizado dependiente del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos, quien tiene la misión de “controlar todos los entes aseguradores”. Para dicho fin fiscaliza la organización, el funcionamiento, la solvencia y la liquidación de las entidades aseguradoras, así como las actividades de las reaseguradoras y de los intermediarios/as y asesores/as de ambos niveles. La SSN comenzó a desarrollar sus funciones en el año 1938.

Al mercado asegurador argentino es posible describirlo en forma genérica recurriendo a algunas particularidades de sus diversos componentes, con los cuales se pueden efectuar cuantificaciones, relaciones, cálculo de indicadores, etcétera.

Bajo una mirada simplista, los principales componentes y aspectos dimensionables que se van a analizar son:

¿Qué se entiende por situación del mercado asegurador?

La situación del mercado asegurador comprende el análisis y las resultantes conclusiones de un conjunto de indicadores que permiten medir algún aspecto o característica particular como la solvencia, el endeudamiento, la liquidez, la eficiencia, siniestralidad, etcétera.[3]

¿Cómo está compuesto el mercado asegurador?

El mercado asegurador argentino se compone de los siguientes actores:

¿Qué son los indicadores de seguros?

Será considerado un indicador de seguro cualquier dato básico que permita describir la situación o evolución de una aseguradora. Por ejemplo:

De esto surge el indicador a “todo tipo de información que muestra (o ‘indica’) la situación de una entidad en un momento dado, o la evolución o modificaciones que registra la misma a través del tiempo”.

Si bien la información que permite realizar esta descripción puede ser de cualquier tipo, lo usual es que se denomine indicador a “las relaciones lógicas entre variables o cifras de una aseguradora, que resumen información diversa en unos pocos guarismos, y que se utilizan para mostrar el estado de una entidad o su evolución a través del tiempo, o la comparación entre varias compañías”.[5]

¿Qué es la cobertura de un seguro?

La cobertura es el compromiso asumido por la empresa aseguradora respecto de las consecuencias de un siniestro. Podría decirse que es una “indemnización” al asegurado/a o sus beneficiarios/as.

Esta se ofrece tras ocurrir alguno de los siniestros establecidos dentro de la póliza. La cobertura puede variar dependiendo del seguro y plan contratado. No será igual la cobertura de un seguro comercial a la de un seguro de vida, de salud o agropecuario, por mencionar algunos ejemplos.

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