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Vigilancia ambiental: herramienta complementaria para el seguimiento de la COVID-19
Escrito el 11 may 2022
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Más de 60 países, incluidos varios de las Américas, están utilizando la vigilancia de las aguas residuales para seguirle los pasos al SARS-CoV-2 en las comunidades, con más de 3.300 sitios activos
Washington, D.C., 10 de mayo de 2022 (OPS)- Una nueva guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece asesoramiento a los países sobre el muestreo y las pruebas para detectar el virus del SARS-CoV-2 en aguas residuales no tratadas como parte de la vigilancia ambiental para complementar las estrategias de control de la COVID-19.
Laboratorios de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, Perú y Estados Unidos se encuentran entre los que vigilan la presencia del virus con este método en la región de las Américas.
"Este tipo de vigilancia puede proporcionar pruebas complementarias de que el virus del SARS-CoV-2 está circulando", indicó el doctor Enrique Pérez, Director de Incidente para COVID-19 en la Organización Panamericana de la Salud (OPS). "El muestreo y las pruebas sistemáticas de las aguas residuales no tratadas pueden ser una forma complementaria y no invasiva de vigilar la presencia del virus. Sin embargo, sigue siendo importante mantener otros métodos de vigilancia", señaló.
La guía de la OMS dice que la vigilancia ambiental puede "proporcionar una alerta temprana y pruebas adicionales sobre el virus en circulación en la población, incluyendo su presencia o ausencia, las tendencias en las concentraciones y las variantes de preocupación o interés". También señala las dificultades y retos de su aplicación.
La vigilancia de las aguas residuales no es nueva y el método se ha aplicado a patógenos como el poliovirus o los enterovirus, así como para comprobar la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos. Utiliza la prueba PCR para detectar el material genético del virus en las aguas residuales de la comunidad procedentes de los sistemas municipales.
Dado que la COVID-19 circula en todos los países, los programas de vigilancia de rutina han intensificado el uso del método para la vigilancia ambiental del SARS-CoV-2 a escala comunitaria, con el fin de proporcionar a los científicos datos adicionales.
El documento de orientación pretende ayudar a los profesionales de la salud pública a tomar decisiones programáticas y basadas en pruebas sobre el valor de la vigilancia ambiental y a comprender sus implicaciones operativas y sus limitaciones generales. Ofrece consejos para establecer un programa exitoso y promueve el intercambio de métodos y enfoques entre municipios, países y regiones.
La mayor parte de las orientaciones publicadas y de la experiencia de aplicación de la vigilancia de las aguas residuales procede de entornos con una elevada proporción de hogares conectados al alcantarillado, recursos financieros relativamente altos y una buena capacidad de laboratorio, señala el documento. También se dispone de orientaciones limitadas para las zonas sin alcantarillado y los entornos con menos recursos, en particular cuando los programas de muestreo han podido aprovechar la capacidad existente para la vigilancia de la poliomielitis.
Washington, D.C., 10 de mayo de 2022 (OPS)- Una nueva guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece asesoramiento a los países sobre el muestreo y las pruebas para detectar el virus del SARS-CoV-2 en aguas residuales no tratadas como parte de la vigilancia ambiental para complementar las estrategias de control de la COVID-19.
Laboratorios de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, Perú y Estados Unidos se encuentran entre los que vigilan la presencia del virus con este método en la región de las Américas.
"Este tipo de vigilancia puede proporcionar pruebas complementarias de que el virus del SARS-CoV-2 está circulando", indicó el doctor Enrique Pérez, Director de Incidente para COVID-19 en la Organización Panamericana de la Salud (OPS). "El muestreo y las pruebas sistemáticas de las aguas residuales no tratadas pueden ser una forma complementaria y no invasiva de vigilar la presencia del virus. Sin embargo, sigue siendo importante mantener otros métodos de vigilancia", señaló.
La guía de la OMS dice que la vigilancia ambiental puede "proporcionar una alerta temprana y pruebas adicionales sobre el virus en circulación en la población, incluyendo su presencia o ausencia, las tendencias en las concentraciones y las variantes de preocupación o interés". También señala las dificultades y retos de su aplicación.
La vigilancia de las aguas residuales no es nueva y el método se ha aplicado a patógenos como el poliovirus o los enterovirus, así como para comprobar la presencia de bacterias resistentes a los antibióticos. Utiliza la prueba PCR para detectar el material genético del virus en las aguas residuales de la comunidad procedentes de los sistemas municipales.
Dado que la COVID-19 circula en todos los países, los programas de vigilancia de rutina han intensificado el uso del método para la vigilancia ambiental del SARS-CoV-2 a escala comunitaria, con el fin de proporcionar a los científicos datos adicionales.
El documento de orientación pretende ayudar a los profesionales de la salud pública a tomar decisiones programáticas y basadas en pruebas sobre el valor de la vigilancia ambiental y a comprender sus implicaciones operativas y sus limitaciones generales. Ofrece consejos para establecer un programa exitoso y promueve el intercambio de métodos y enfoques entre municipios, países y regiones.
La mayor parte de las orientaciones publicadas y de la experiencia de aplicación de la vigilancia de las aguas residuales procede de entornos con una elevada proporción de hogares conectados al alcantarillado, recursos financieros relativamente altos y una buena capacidad de laboratorio, señala el documento. También se dispone de orientaciones limitadas para las zonas sin alcantarillado y los entornos con menos recursos, en particular cuando los programas de muestreo han podido aprovechar la capacidad existente para la vigilancia de la poliomielitis.