Santo Domingo, R.D. octubre 04, 2021.- Como país el gran desafío con relación al cáncer continúa siendo la detección precoz, así como reforzar las campañas de prevención no solo en octubre sino durante todo el año, para así poder reducir la mortalidad de nuestras mujeres, lo cual exige un compromiso de educación constante y el acceso a los exámenes de detección de toda la población, expresa la Dra. Jazmín García, @drajazmingarcia, radiooncóloga, del Centro de Radioterapia Integral (RADONIC).
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común, con más de 2,2 millones de casos en 2020, cerca de una de cada 12 mujeres enferman de cáncer de mama a lo largo de su vida, según datos estadísticos de American Institute for Cáncer Researche, GLOBOCAN y la OMS.
El cáncer de mama es la principal causa de mortalidad en las mujeres y en el 2020, alrededor de 685 000 mujeres fallecieron como consecuencia de esa enfermedad.
La mayoría de los casos de cáncer de mama y de las muertes por esa enfermedad se registran en países de ingresos bajos y medianos, donde estamos nosotros, comenta la Dra. García.
Las disparidades del cáncer de mama entre los países de ingresos elevados y los de ingresos bajos y medianos son considerables, la supervivencia al cáncer de mama a cinco años excede del 90% en los primeros países, mientras que en la India y Sudáfrica es del 66% y el 40%, respectivamente.
El mayor porcentaje normalizado por edades de defunciones por cáncer de mama corresponde a África y Polinesia. En el África subsahariana, la mitad de las muertes por cáncer de mama se produce en mujeres menores de 50 años de edad.
Desde 1980 se han realizado importantes avances en el tratamiento del cáncer de mama; entre el decenio de 1980 y 2020, en los países de ingresos elevados la mortalidad por cáncer de mama normalizada por edades se redujo en un 40%, mientras que en los países de ingresos bajos y medianos esas mejoras todavía no se han logrado.
La mejora de los resultados es fruto de la combinación de la detección precoz y las terapias eficaces, basadas en cirugía, radioterapia y farmacoterapia.
Los avances que ha vivido la radioterapia en las últimas décadas nos permiten ofrecer tratamientos optimizados, con menos efectos secundarios, menos tiempo de tratamiento y mejores resultados en control local de la enfermedad, lo que se traduce en mayor sobrevida para las pacientes, concluye la especialista.