Noticia Anterior
El ahorro través del consumo como fuente complementaria para financiar las pensiones
Escrito el 02 sep 2021
Comment: Off
Los sistemas de pensiones enfrentan un tremendo desafío, el cual es ampliar su cobertura y aumentar la frecuencia y monto de las cotizaciones para entregar una adecuada protección a la población durante la vejez. Considerando la elevada informalidad laboral de los países de la región (que conlleva a una baja cobertura previsional) y la dificultad que muchas veces plantea el necesario incremento en las contribuciones obligatorias a los sistemas pensiones de capitalización individual, una alternativa novedosa y complementaria que surge para aumentar el ahorro previsional es hacer cotizaciones a partir del consumo cotidiano.
Con esta política se transitaría hacia una cobertura universal, en donde todos los trabajadores, sin importar su situación laboral, puedan aportar a su fondo de pensión (ahorro de largo plazo para consumo futuro) a través de su consumo presente.
Ahora bien, el ahorro a través del consumo no tiene la capacidad de financiar exclusivamente las pensiones, sino que debe considerarse como una de las fuentes para su financiamiento. Además, considerando que la proporción del consumo en relación al PIB es de alrededor del 60% en los países en
desarrollo, este mecanismo contribuye a que los sistemas de pensiones sean más inclusivos con los trabajadores informales, y a potenciar la posibilidad de ahorro en esos sectores.
Para implementar el ahorro a través del consumo existen principalmente dos mecanismos. Uno consiste en que cada compra esté asociada a un número de
identificación tributario, y que parte del impuesto al consumo pagado por el comprador se destine a su cuenta individual de ahorro para pensiones.
La segunda opción es utilizar tecnologías de aplicaciones móviles ya existentes en el sector privado y que explotan las lecciones de la economía del comportamiento para aumentar el ahorro.
Respecto del mecanismo donde parte del impuesto al consumo se destina al ahorro previsional individual, en el caso de Chile, el centro de estudios Horizontal propuso la creación de un Valor Previsional Agregado (VPA), equivalente a 1 punto porcentual del Impuesto al Valor Agregado (IVA). La idea es que, al final de cada mes, los comercios transfieran este monto a la Tesorería General de la República (TGR), para luego ser enviados
a las cuentas de capitalización que los correspondientes afiliados tienen en la AFP.
Para evitar la regresividad que implica esta medida (mayores beneficios para quienes consumen relativamente más), se establece que el Estado subsidie relativamente más la cotización vía consumo de aquellos trabajadores que están en los cuatro menores quintiles de ingreso. Se estima que ahorro a través del consumo generaría un aumento en las pensiones autofinanciadas de hasta un 30% para las personas con mayores períodos sin cotizaciones (lagunas), con un costo fiscal asociado que podría rondar entre el 0,18% y 0,45% del PIB. En el caso de Perú, existe un proyecto de ley pendiente de tramitación, similar a la propuesta de Horizontal en Chile, ya que busca que 2 puntos porcentuales del Impuesto General de las Ventas (IGV) se destinen al ahorro previsional.
Respecto de las aplicaciones que explotan las lecciones de la economía del comportamiento, todas se caracterizan por transformar automáticamente el
comportamiento de gasto en hábito de ahorro. Así, se ha implementado en México una plataforma denominada “Millas para el Retiro”, para incentivar el ahorro previsional entre personas de bajos ingresos y trabajadores independientes. En el caso de Chile, la plataforma U-Zave permite ahorrar a
través de compras en comercios asociados, lo que va directamente a un fondo mutuo personal. De manera similar, una start-up española desarrolló una aplicación móvil llamada “Pensumo” (la pionera en este tipo), que también permite a sus miembros aumentar sus ahorros a través de compras en comercios asociados y también al participar en actividades socialmente responsables (por ejemplo, iniciativas de reciclaje y seguridad vial). Otro ejemplo es el caso de China, donde la pensión por consumo está institucionalizada desde 20191.
Para una implementación exitosa del ahorro mediante el desvío de parte del impuesto al consumo a las cuentas de ahorro individual, se encuentra la adecuada coordinación entre las distintas instituciones involucradas, ya que se deberá poseer la información para asegurar que el consumo de los quintiles de mayores ingresos beneficie el ahorro de los
de menores ingresos, además de establecer políticas que incentiven el uso de medios de pagos electrónicos y el mayor uso de boletas en el comercio formal (para lograr mayor recaudación, reducir costos de transacción en la población y disminuir la evasión de impuestos). Además, parece conveniente incorporar también las compras realizadas con tarjetas de crédito, ya que sus emisores tienen la misma información del dueño de la tarjeta que los emisores de tarjetas de débito.
Asimismo, desde el punto de vista operativo, sería idóneo que el comercio no incurra en ningún costo adicional en el manejo de la información.
Finalmente, respecto de las aplicaciones tecnológicas para incentivar el ahorro, su potencial es grande, como lo muestran las proyecciones de Pensumo en España: se podrían generar más de 4,4 millones de ahorradores en "Pensiones por Consumo" y un ahorro previsional total de más de USD
1.600 millones en tres años. Sin embargo, para alcanzar dicho potencial, uno de los factores preponderantes radica en la capacidad que se tenga de masificar su uso en la población, lo que está ligado a la posibilidad de convencer a las grandes cadenas del comercio a operar con estas aplicaciones. Una posible solución es hacer esfuerzos por contar con al menos un gran distribuidor en cada categoría de consumo masivo, de manera que los consumidores puedan contar con un ahorro previsional sistemático asociado a sus consumos.
Con esta política se transitaría hacia una cobertura universal, en donde todos los trabajadores, sin importar su situación laboral, puedan aportar a su fondo de pensión (ahorro de largo plazo para consumo futuro) a través de su consumo presente.
Ahora bien, el ahorro a través del consumo no tiene la capacidad de financiar exclusivamente las pensiones, sino que debe considerarse como una de las fuentes para su financiamiento. Además, considerando que la proporción del consumo en relación al PIB es de alrededor del 60% en los países en
desarrollo, este mecanismo contribuye a que los sistemas de pensiones sean más inclusivos con los trabajadores informales, y a potenciar la posibilidad de ahorro en esos sectores.
Para implementar el ahorro a través del consumo existen principalmente dos mecanismos. Uno consiste en que cada compra esté asociada a un número de
identificación tributario, y que parte del impuesto al consumo pagado por el comprador se destine a su cuenta individual de ahorro para pensiones.
La segunda opción es utilizar tecnologías de aplicaciones móviles ya existentes en el sector privado y que explotan las lecciones de la economía del comportamiento para aumentar el ahorro.
Respecto del mecanismo donde parte del impuesto al consumo se destina al ahorro previsional individual, en el caso de Chile, el centro de estudios Horizontal propuso la creación de un Valor Previsional Agregado (VPA), equivalente a 1 punto porcentual del Impuesto al Valor Agregado (IVA). La idea es que, al final de cada mes, los comercios transfieran este monto a la Tesorería General de la República (TGR), para luego ser enviados
a las cuentas de capitalización que los correspondientes afiliados tienen en la AFP.
Para evitar la regresividad que implica esta medida (mayores beneficios para quienes consumen relativamente más), se establece que el Estado subsidie relativamente más la cotización vía consumo de aquellos trabajadores que están en los cuatro menores quintiles de ingreso. Se estima que ahorro a través del consumo generaría un aumento en las pensiones autofinanciadas de hasta un 30% para las personas con mayores períodos sin cotizaciones (lagunas), con un costo fiscal asociado que podría rondar entre el 0,18% y 0,45% del PIB. En el caso de Perú, existe un proyecto de ley pendiente de tramitación, similar a la propuesta de Horizontal en Chile, ya que busca que 2 puntos porcentuales del Impuesto General de las Ventas (IGV) se destinen al ahorro previsional.
Respecto de las aplicaciones que explotan las lecciones de la economía del comportamiento, todas se caracterizan por transformar automáticamente el
comportamiento de gasto en hábito de ahorro. Así, se ha implementado en México una plataforma denominada “Millas para el Retiro”, para incentivar el ahorro previsional entre personas de bajos ingresos y trabajadores independientes. En el caso de Chile, la plataforma U-Zave permite ahorrar a
través de compras en comercios asociados, lo que va directamente a un fondo mutuo personal. De manera similar, una start-up española desarrolló una aplicación móvil llamada “Pensumo” (la pionera en este tipo), que también permite a sus miembros aumentar sus ahorros a través de compras en comercios asociados y también al participar en actividades socialmente responsables (por ejemplo, iniciativas de reciclaje y seguridad vial). Otro ejemplo es el caso de China, donde la pensión por consumo está institucionalizada desde 20191.
Para una implementación exitosa del ahorro mediante el desvío de parte del impuesto al consumo a las cuentas de ahorro individual, se encuentra la adecuada coordinación entre las distintas instituciones involucradas, ya que se deberá poseer la información para asegurar que el consumo de los quintiles de mayores ingresos beneficie el ahorro de los
de menores ingresos, además de establecer políticas que incentiven el uso de medios de pagos electrónicos y el mayor uso de boletas en el comercio formal (para lograr mayor recaudación, reducir costos de transacción en la población y disminuir la evasión de impuestos). Además, parece conveniente incorporar también las compras realizadas con tarjetas de crédito, ya que sus emisores tienen la misma información del dueño de la tarjeta que los emisores de tarjetas de débito.
Asimismo, desde el punto de vista operativo, sería idóneo que el comercio no incurra en ningún costo adicional en el manejo de la información.
Finalmente, respecto de las aplicaciones tecnológicas para incentivar el ahorro, su potencial es grande, como lo muestran las proyecciones de Pensumo en España: se podrían generar más de 4,4 millones de ahorradores en "Pensiones por Consumo" y un ahorro previsional total de más de USD
1.600 millones en tres años. Sin embargo, para alcanzar dicho potencial, uno de los factores preponderantes radica en la capacidad que se tenga de masificar su uso en la población, lo que está ligado a la posibilidad de convencer a las grandes cadenas del comercio a operar con estas aplicaciones. Una posible solución es hacer esfuerzos por contar con al menos un gran distribuidor en cada categoría de consumo masivo, de manera que los consumidores puedan contar con un ahorro previsional sistemático asociado a sus consumos.
Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP)