Para hacer frente a la falta de acceso a las pruebas y a los servicios diagnósticos en múltiples países, la OMS publica desde 2018 una Lista anual de pruebas diagnósticas esenciales en la que figuran las pruebas de diagnóstico in vitro recomendadas que deberían estar disponibles en los puntos de atención y en los laboratorios de todos los países para aumentar los diagnósticos oportunos que salvan vidas.
La última edición, publicada hoy, incluye las pruebas de diagnóstico de la COVID-19 recomendadas por la OMS (prueba de PCR y prueba de antígenos), amplía el conjunto de pruebas para enfermedades infecciosas y prevenibles mediante vacunación y enfermedades no transmisibles (como el cáncer y la diabetes) e introduce una sección sobre endocrinología, que es importante para la salud reproductiva y de la mujer. Por primera vez, la lista incluye pruebas que no deberían suministrarse en los países, ya sea porque no son costoeficaces, no son fiables o han sido superadas por tecnologías más nuevas y fáciles de usar.
«El acceso a pruebas y servicios de laboratorio de calidad es como tener un buen sistema de radar que te lleva a donde tienes que ir. Sin él, se anda a ciegas», ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Todos los países deberían prestar especial atención a las pruebas diagnósticas y utilizar la lista esencial para promover una mejor salud, preservar la salud de sus poblaciones y servir a los vulnerables».
El uso de pruebas diagnósticas precisas y de calidad es el primer paso para la elaboración y aplicación de estrategias de tratamiento, control y, en muchos casos, prevención de enfermedades y brotes. La actual pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve su papel fundamental en el sistema de salud.
«Las pruebas afectan a la mayoría de las decisiones médicas», dijo la Dra. Mariângela Simão, Subdirectora General de Acceso a Medicamentos y Productos Sanitarios de la OMS. «En todos los países, el uso de pruebas diagnósticas adecuadas puede ayudar a orientar el tratamiento basado en la evidencia y el uso responsable de los medicamentos, lo que se traduce en una mejor asignación de recursos y en mejores resultados sanitarios».
La Lista de pruebas diagnósticas esenciales es una guía basada en la evidencia que analiza la prevalencia de la enfermedad a nivel mundial y, para cada afección, recomienda la prueba adecuada. Con esta guía no solo se pretende mejorar la capacidad del sistema de salud para proporcionar diagnósticos precisos, sino también ahorrar los valiosos recursos sanitarios que de otro modo se desperdiciarían en tratamientos inadecuados o largas estancias hospitalarias.
Además de las pruebas destinadas a ser utilizadas en laboratorios, en la Lista de pruebas diagnósticas esenciales se recomiendan numerosas pruebas diagnósticas que deberían estar disponibles en la atención primaria o a nivel comunitario. Esto es especialmente importante para las zonas rurales de los países de ingresos bajos y medios, donde pueden faltar instalaciones y equipos médicos y el personal sanitario suele verse obligado a tomar decisiones terapéuticas basándose únicamente en los síntomas del paciente.
Las recomendaciones que figuran en la Lista se basan en datos sólidas y tienen en cuenta la idoneidad de las pruebas para los distintos países. El proceso está supervisado por el Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre Pruebas Diagnósticas In Vitro (SAGE-IVD), un grupo de especialistas de todo el mundo con una larga experiencia en el campo de las pruebas diagnósticas in vitro y su implantación, uso, regulación y evaluación. Los expertos evalúan los datos sobre la utilidad, el impacto y la precisión de cada prueba considerada para decidir cuál debe recomendarse.
La Lista de pruebas diagnósticas esenciales no es prescriptiva, sino que pretende ser una herramienta normativa para que los países creen sus propias listas nacionales en función de su contexto y necesidades locales. La OMS también publicará en breve una guía pormenorizada para ayudar a los países que deseen elaborar una lista nacional. Hasta ahora, la OMS ha trabajado con Nigeria, la India, Bangladesh y el Pakistán para brindarles apoyo en la elaboración de sus listas nacionales de pruebas diagnósticas, y actualmente está en conversaciones con otros países, en su mayoría africanos, que han solicitado asistencia para impulsar sus servicios de diagnóstico.