La situación actual va a obligar a muchas entidades financieras y fintech a enfocarse en sus estrategias digitales para gestionar la situación del coronavirus y la crisis que viene.
A pesar de que la crisis pueda ser en forma de “V”, algo que todos esperamos (nadie quiere hablar de una crisis en forma de “L”), “el problema está en la duración de la misma. Nos enfrentamos a la crisis más rápida y global a la que la humanidad se ha enfrentado nunca. La clave está en cómo de rápido seremos capaces de recuperarnos una vez demos por buena la situación de salud y los riesgos de la población”.
El sector financiero (bancos, aseguradoras, fintech e insurtech) tienen dos grandes retos por delante. El primero adaptarse a la situación de reducción máxima de actividad y que afecta a todos sus clientes, y por tanto a su propia actividad como entidad financiera. «Ahora veremos el momento de la verdad de la transformación digital y sabremos qué bancos son realmente digitales y cuáles no», afirma García de la cruz.
Pero por otro lado, el reto de ayudar precisamente a los clientes a que la recuperación en “V” sea lo más rápida y mejor posible.
Cómo lo ven los directivos
¿Cómo ven esta situación los directivos del sector financiero? Se preguntan desde la plataforma de fintech. En el mes de noviembre sus expectativas respecto a la situación del sector a doce meses vista habían empeorado. De hecho, un 44% de los directivos de entidades financieras que operan en el territorio español tenían ya una opinión pesimista de la evolución del sector, un 28% más que seis meses antes, según Barómetro de Innovación Financiera (BIF), elaborado por el Observatorio de la Digitalización Financiera de Funcas (ODF-Funcas) y Finnovating.
Un 44% de los directivos de banca coincidían en señalar que la situación del sector financiero sería peor en un año. Por el contrario, un 19% de los directivos apuntaban a una mejora de la situación. El 37% restante consideraba que no se percibirían cambios importantes.
Ante la misma pregunta pero en un horizonte temporal a cinco años, el contexto esperado por los directivos de banca era similar al que se espera con vistas a un año: un 46% de los directivos deducían que la situación empeorará, mientras que un 29% tenían una visión optimista.