Noticia Anterior
Presentan Popular y PACAM estudio violencia contra mujer durante COVID-19
Escrito el 15 oct 2020
Comment: 0
Santo Domingo, D.N.- El Banco Popular Dominicano y el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM) presentaron el estudio estadístico “Impacto psicológico en las mujeres víctimas de violencia por sus parejas en la pandemia COVID-19”, siendo la primera investigación psicológica sobre agresiones contra la mujer dominicana en el contexto actual de esta crisis sanitaria.
El estudio recoge datos sobre la realidad de las víctimas de la violencia machista atendidas por las terapeutas del PACAM entre los meses de marzo y agosto de este año y es fruto del acuerdo de colaboración con el Banco Popular, que apoyó la atención psicológica de estas mujeres en el momento más crítico del confinamiento, cuando las tasas de violencia intrafamiliar aumentaron en la República Dominicana y el mundo.
Durante estos meses el Programa de Recuperación Emocional a Mujeres Víctimas (PRMV) del PACAM atendió un total de 105 mujeres dominicanas, residentes en distintas localidades del país y del exterior, y se aplicaron pruebas psicológicas a 51 de ellas.
Dado el alcance y aceptación del proyecto, el Banco Popular acordó extender el apoyo a dicho programa hasta el mes de diciembre, permitiendo a más mujeres ser atendidas por las terapeutas del PACAM.
Tipos de violencia y daño psicológico
El 100% de las mujeres entrevistadas manifestaron haber sufrido violencia psicológica, el 74% violencia física y el 56% violencia sexual; un 68% expresó también ser objeto de violencia económico-patrimonial.
Seis de cada diez aseguraron haber sido amenazadas de muerte por sus parejas. Sin embargo, en un 72% de los casos no denunciaron a los agresores.
Esta situación de sentirse indefensas puede ser el origen para que un 45% de ellas calificaran con un grado de depresión severa y un 55% con un grado de ansiedad grave.
Edad, estudios e ingresos
La mayoría de las entrevistadas por el PACAM tienen entre 18 y 41 años. Un tercio de ellas se encontraba bajo la figura de la unión libre y un 26% dijo que vivían separadas de sus victimarios.
En cuanto al nivel de escolaridad, el 41% informó contar con grado universitario, un 36% con bachiller y un 4% con maestría, lo cual desmitifica la creencia social de que la violencia la sufren mayoritariamente mujeres sin estudios.
Una tercera parte de estas mujeres laboraba y recibía un sueldo al momento del tratamiento, en tanto el 26% estaban desempleadas y el 22% contaban con negocio propio.
Recuperación emocional
Con el acompañamiento psicológico por parte de las profesionales del PACAM, que impartieron 460 sesiones en el período, más de la mitad de las mujeres del programa reconocen contar actualmente con una autoestima elevada.
Gracias a esta iniciativa, se beneficiaron de incorporarse a un programa de psicoterapia y de evaluación psicológica para su recuperación emocional, se les ofreció orientación para su protección, la preservación de su integridad psicológica y física, y la activación de la red de apoyo social y familiar.
Con esta alianza y el auspicio del programa, el Banco Popular busca incidir en el fenómeno de violencia contra la mujer, contribuyendo a cuidar de su integridad psicológica, emocional y física, alineando con ello su accionar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a los Principios de Banca Responsable.
El estudio recoge datos sobre la realidad de las víctimas de la violencia machista atendidas por las terapeutas del PACAM entre los meses de marzo y agosto de este año y es fruto del acuerdo de colaboración con el Banco Popular, que apoyó la atención psicológica de estas mujeres en el momento más crítico del confinamiento, cuando las tasas de violencia intrafamiliar aumentaron en la República Dominicana y el mundo.
Durante estos meses el Programa de Recuperación Emocional a Mujeres Víctimas (PRMV) del PACAM atendió un total de 105 mujeres dominicanas, residentes en distintas localidades del país y del exterior, y se aplicaron pruebas psicológicas a 51 de ellas.
Dado el alcance y aceptación del proyecto, el Banco Popular acordó extender el apoyo a dicho programa hasta el mes de diciembre, permitiendo a más mujeres ser atendidas por las terapeutas del PACAM.
Tipos de violencia y daño psicológico
El 100% de las mujeres entrevistadas manifestaron haber sufrido violencia psicológica, el 74% violencia física y el 56% violencia sexual; un 68% expresó también ser objeto de violencia económico-patrimonial.
Seis de cada diez aseguraron haber sido amenazadas de muerte por sus parejas. Sin embargo, en un 72% de los casos no denunciaron a los agresores.
Esta situación de sentirse indefensas puede ser el origen para que un 45% de ellas calificaran con un grado de depresión severa y un 55% con un grado de ansiedad grave.
Edad, estudios e ingresos
La mayoría de las entrevistadas por el PACAM tienen entre 18 y 41 años. Un tercio de ellas se encontraba bajo la figura de la unión libre y un 26% dijo que vivían separadas de sus victimarios.
En cuanto al nivel de escolaridad, el 41% informó contar con grado universitario, un 36% con bachiller y un 4% con maestría, lo cual desmitifica la creencia social de que la violencia la sufren mayoritariamente mujeres sin estudios.
Una tercera parte de estas mujeres laboraba y recibía un sueldo al momento del tratamiento, en tanto el 26% estaban desempleadas y el 22% contaban con negocio propio.
Recuperación emocional
Con el acompañamiento psicológico por parte de las profesionales del PACAM, que impartieron 460 sesiones en el período, más de la mitad de las mujeres del programa reconocen contar actualmente con una autoestima elevada.
Gracias a esta iniciativa, se beneficiaron de incorporarse a un programa de psicoterapia y de evaluación psicológica para su recuperación emocional, se les ofreció orientación para su protección, la preservación de su integridad psicológica y física, y la activación de la red de apoyo social y familiar.
Con esta alianza y el auspicio del programa, el Banco Popular busca incidir en el fenómeno de violencia contra la mujer, contribuyendo a cuidar de su integridad psicológica, emocional y física, alineando con ello su accionar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a los Principios de Banca Responsable.