Las primas alcanzaron $14,26 billones, lo que representó un crecimiento nominal anual de 1,1% y un decrecimiento real anual de 1,1%.
Al cierre del primer semestre, el resultado neto de la industria aseguradora registró $1,1 billones, 14% menos que lo reportado en el mismo periodo del año pasado.
Durante los primeros seis meses de 2020, las primas alcanzaron $14,26 billones, lo que representó un crecimiento nominal de 1,1% y un decrecimiento real de 1,1% frente al primer semestre del 2019.
Fasecolda explicó que esta disminución en la adquisición de productos para proteger la vida y el patrimonio está relacionada con factores como el desempleo, el aumento de la cartera de crédito, la falta de disponibilidad de ahorro y con que, en épocas de restricción económica, las personas dan prioridad a los gastos relacionados con sus necesidades básicas.
El gremio también identificó que la pandemia y las medidas que se han implementado para reducir el contagio han tenido mayor incidencia en ramos como rentas vitalicias (-33%), desempleo (-13%), autos (-11%), Soat (-6%), sustracción (-6%), accidentes personales (-4%) riesgos laborales (-2%) y transporte (-1%).A junio, los resultados de la siniestralidad muestran una disminución, pero de Fasecolda resaltaron que este indicador no refleja adecuadamente la realidad, ya que los efectos generales se verán al final de año cuando se contabilicen todas las reclamaciones que no se han reportado.
A pesar de estos resultados, Miguel Gómez Martínez, presidente de Fasecolda, destacó que el sector asegurador es sólido patrimonialmente y “esta solidez en un evento de gran estrés económico significa que cuenta con los recursos para atender los siniestros que ocurran a sus asegurados. Sin embargo, la creación de cargas impositivas sobre las reservas del sector, atentan contra los recursos destinados para el pago de las reclamaciones”.