Las amenazas cibernéticas siguen siendo tan problemáticas como siempre o incluso más, si se suma que ahora la mayoría de las personas trabajan desde sus casas. Las instituciones financieras están notando esta creciente amenaza y han aumentado sus presupuestos de gastos para hacer frente a este riesgo.
En un nuevo informe de Deloitte, se pone de relieve que en promedio el 10,9% de los presupuestos de TI se destinan a la ciberseguridad, frente al 10,1% del año anterior. Esto equivale aproximadamente a alrededor del 0,48% de los ingresos de una empresa, de nuevo por encima del 0,34% en 2019.
Si se analiza en términos de gasto por empleado, en promedio los encuestados gastaron alrededor de 2.700 dólares por empleado en la ciberseguridad – el promedio del año pasado fue de 2.300 dólares.
“El gasto en ciberseguridad ha aumentado en todo el espacio de los servicios financieros, incluyendo la banca minorista y corporativa, los servicios de consumo y no bancarios, los seguros, los servicios financieros y los proveedores de servicios”, afirma la consultora.
Tres favoritos para designar el gasto de cyber
Aunque el gasto ha aumentado, las asignaciones presupuestarias se han mantenido relativamente iguales en los últimos tres años. La vigilancia y las operaciones cibernéticas y la seguridad de los puntos finales y las redes, así como la gestión de la identidad y el acceso, han sido la mayor prioridad de la ciberseguridad, y representan más del 50% del gasto.
El trabajo a distancia ha hecho que varios temores en materia de ciberseguridad se hayan convertido en el centro de atención de las empresas. Ha habido numerosos informes que afirman que la gente está siendo más laxa con su conciencia de la seguridad cibernética mientras están fuera de sus oficinas y de los ojos vigilantes del departamento de TI.
Dado que es poco probable que los ordenadores de los empleados en casa tengan el mismo nivel de protección que los sistemas de la oficina, es probable que las empresas tengan que aumentar los presupuestos de seguridad cibernética para combatir este riesgo añadido, alerta Deloitte.