Por: Dr. Rafael Guerrero Peralta
Presidente, Consejo Nacional de Drogas R.D.
Desde el Consejo Nacional de Drogas nos unimos al criterio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para este año, evitando la desinformación en materia de la problemática de las drogas.
Como institución encargada de formular las políticas en materia de drogas somos responsables de trabajar en el entendimiento de los trastornos del consumo como una cuestión de salud mental y condicionada por múltiples factores en los que nos enfocamos para estar al día en la educación y las estrategias científicas para poder afrontar con éxito los retos por venir.
Muchos adoptan el consumo de estupefacientes como un fracaso moral o delito que debe castigarse. Pudiendo incluso estigmatizar y discriminar a las personas que atraviesan los males derivados del consumo de drogas. Sin tomar en cuenta que los consumidores son el resultado de factores complejos como la salud mental, conflictos familiares, el medioambiente donde se desarrollan, etc., entre otros.
Nuestro objetivo común es mejorar la comprensión del problema para contrarrestar los efectos del consumo en la salud, la gobernanza y la seguridad.
Tomando como referencia las últimas publicaciones de la ONUDC podemos enumerar una serie de realidades relacionadas a las drogas.
1- Se asume que las personas que consumen drogas, han tomado una decisión errada, sin tomar en cuenta las causas que lo llevan a elegir un camino equivocado.
Existen situaciones, sin querer justificar, que escapan al control del individuo, como son la genética, la salud mental y el ambiente que los rodea. Por ejemplo, vivir en una comunidad pobre, violenta o tener dificultades familiares. Estos son factores de riesgo que pueden llevar una persona a consumir en medio de su circunstancia.
2- A nivel global, según el Reporte Mundial Sobre Drogas 2019, el porcentaje de personas que usan drogas es de un 55%. Pero también existen personas que se mantienen alejadas de los estupefacientes.
Los usuarios y pacientes con desórdenes por consumo sufren consecuencias sanitarias y sociales de gravedad.
3-La drogas afectan con mayor impacto a las mujeres que a los hombres. Porque su organismo las absorbe de manera diferente.
Las mujeres consumidoras presentan tasas más altas de problemas de salud que el promedio.
Los servicios de tratamiento a nivel mundial, son más limitados para las mujeres que presentan desórdenes por el consumo de drogas, que para los hombres. Una realidad que nos golpea, sumado a que sufren doble estigma y discriminación.
4- El uso de medicamentos psicoactivos, sin receta o de manera diferente a la prescrita, no es seguro y debe ser evitado en todo momento para no perjudicar la salud.
5-Algunas drogas tienen usos importantes para la investigación y la práctica médica; especialmente en el tratamiento del dolor y los desórdenes de salud mental. Existen Convenciones Internacionales sobre drogas que mantienen las directrices para su correcto uso y supervisión .
6- La prevención del uso de drogas y comportamientos de riesgo puede empezar incluso antes del nacimiento.
Debemos trabajar en los adolescentes pero sin descuidar las vulnerabilidades individuales y ambientales que se desarrollan a edades más tempranas.
Las normas internacionales para el tratamiento de trastornos por uso de drogas 2020 de la UNODC y la OMS proponen técnicas aplicables durante el embarazo, antes del nacimiento y para la niñez temprana que han demostrado dar lugar a menores niveles de consumo de drogas, cuidando también los comportamientos de riesgo una vez que los niños y niñas se convierten en adolescentes o adultos jóvenes.
7- Proporcionar tratamiento a personas con desordenes por uso de drogas es más efectivo que la condena o el castigo. Pueden ser tratados de manera efectiva mediante tratamientos contra las drogas, servicios de salud y protección social.
Los tratamientos voluntarios basados en la evidencia son eficaces para reducir el consumo de narcóticos, la delincuencia y la reincidencia. También son más rentables en función de la carencia de tratamiento o la prisión.
El derecho a la salud es un derecho humano fundamental y no se pierde al consumir drogas, por lo que deben ser tratados aun estando bajo sistema penal de justicia. De hecho el tratamiento y la atención se recomiendan como alternativa al encarcelamiento o castigo en casos pertinentes de carácter menor.
8- Las personas con desórdenes de consumo de drogas que tienen la oportunidad de acceder a un tratamiento voluntario basado en la evidencia, además de atención sanitaria y protección social pueden llevar una vida sana y productiva.
9- La mayoría de muertes por sobredosis se pueden prevenir.
El tratamiento basado en la evidencia incluye opciones farmacológicas además del apoyo psicosocial, estas son estrategias efectivas para la prevención de sobredosis en el caso del uso de opioides, ya que es la droga que causa más muertes relacionadas al consumo de narcóticos.
El Informe Mundial Sobre Drogas 2020 refuerza la idea del conocimiento como la base para que las personas, organizaciones, redes, la sociedad civil, empresas y medios de comunicación compartan información fiable y precisa sobre la problemática de las drogas a fin de difundir la ciencia, las soluciones y la solidaridad.
Está en nuestras manos detener las drogas. Sigamos conociendo, educando y aprendiendo para tener mejores abordajes de tratamiento que aseguren la recuperación de los pacientes y su reinserción social. Actuemos con justicia y equidad respetando los derechos fundamentales del ser humano. Construyamos una mejor Nación.