La profunda transformación que está viviendo el sector del automóvil incide directamente en el mundo del seguro. MAPFRE y Deusto Business School, han abierto una línea de trabajo en torno a esta realidad a través de Ageingnomics que propone una reflexión en torno a la ‘Economía del Envejecimiento’.
En este marco, José Manuel Inchausti, Vicepresidente de MAPFRE y CEO de MAPFRE Iberia, distingue tres fenómenos alrededor de la transformación que estamos presenciando.
El primero hace referencia al coche conectado. Las medidas que están introduciendo desde hace años los fabricantes, y que mejoran la seguridad y disminuyen la siniestralidad, tiene que tener un impacto en las primas de los seguros. Poco a poco, la responsabilidad se irá trasladando desde el conductor (que la tiene hoy porque está a los mandos del vehículo), al fabricante que suministre el software de conducción autónoma. Además, desaparecen unos riesgos pero aparecen otros como la ciberseguridad.
El segundo fenómeno es el cambio de rol que están teniendo fabricantes que ahora tendrán que afrontar nuevos roles como dealers, pasando de fabricantes y vendedores a suministradores de movilidad. Los fabricantes quieren mantener la cadena de valor completa: se vende el coche junto con la financiación, el seguro y el mantenimiento, fidelizando al cliente dentro de la marca porque tiene en ella todos los servicios que necesita.
Al convertirse los fabricantes en prestadores de servicios de movilidad, entran en juego las empresas que van a aportar el software y surgen nuevas cuestiones: ¿serán las grandes tecnologícas como Google o Apple o las propias marcas?¿ ¿De quién son los datos? Inchausti aboga por que todo el que pueda hacer un bien hacia el cliente final con esos datos que se están generando, como es el caso de las compañías de seguros, debe tener acceso a ellos.
El tercer factor son los retos de la economía colaborativa. Empresas como Cabify, Mytaxi o Blablacar tienen en común que venden movilidad y pago por uso, pero sus modelos de negocio difieren bastante. Los retos para las compañías de seguros son la gestión de grandes flotas y adaptar las pólizas de seguros y coberturas -que fueron diseñadas para una utilización normal de un vehículo- a estos nuevos usos.
Para cubrir estos aspectos, MAPFRE ha puesto en marcha iniciativas como SAM 3.0 (Seguro de Auto MAPFRE 3.0), que tiene el objetivo de desarrollar capacidades en el ámbito del automóvil para convertirse en un actor destacado de la nueva movilidad. También ha implantado tarifas más baratas para los vehículos con sistemas ADAS (Sistema Avanzado de Asistencia a la Conducción); y participa en investigaciones sobre el coche autónomo (el primer coche autónomo que está circulando por las carreteras españolas está asegurado por MAPFRE).