Los ejecutivos del sector asegurador son conscientes de la necesidad de dotar a la empresa de capacidades digitales y analíticas. Saben que necesitan buscar capacidades digitales y la mayoría de ellos también han empezado a averiguar qué es lo que necesitan hacer, pero cómo hacerlo, ese es el problema, no hay un solo camino verdadero y eso es lo que deja a tantas aseguradoras atascadas en el proceso.
Esta realdiad se puso de relieve en un reciente Foro de Líderes Digitales de Seguros celebrada por McKinsey Norteamérica al que acudieron más de 20 compañías de No Vida y que la consultora desgranó en un artículo destacando cuatro caminos que el sector asegurador debe emprender desde ya para tener éxito en la trasformación digital y analítica.
- Gastar 1 dólar por 1 dólar
Los recursos digitales y analíticos son recursos útiles sólo cuando se despliegan bien, afirmaron. O lo que es lo mismo, cada dólar gastado en digital y analítica requiere una inversión de 1 dólar o más en esfuerzos enfocados a talento, capacidades, ajustes en el modelo operativo, despliegue y, lo que es más importante, gestión del cambio- para lograr el impacto. Por supuesto, estos esfuerzos vienen acompañados de sus propios desafíos. ¿Qué tipo de equipo necesita para estos esfuerzos? ¿Cómo se secuencian los esfuerzos? ¿Cuándo y cómo involucrar a la primera línea en la toma de decisiones? ¿Cuáles son las limitaciones a las que se enfrenta y cómo se ajusta el modelo para superarlas?
Para responder a estas preguntas, las aseguradoras deben adoptar una perspectiva que ponga en primer plano los problemas empresariales a los que se enfrentan, en lugar de utilizar tecnologías y soluciones para impulsar su enfoque. Y lo que es más importante, dado el reto al que se enfrentan las organizaciones a la hora de poner en funcionamiento los sistemas digitales y analíticos, las aseguradoras que piensen de forma proactiva en la gestión del cambio como un elemento clave evitarán la repetición de tareas y el trabajo innecesario de las mismas.
- Enfoque en el futuro
Muchas aseguradoras son sinceras al admitir que no tienen una comprensión completa de las habilidades y roles requeridos en el futuro, pero pocas están haciendo algo al respecto. De hecho, hacer esta transición no es algo natural para las organizaciones ya existentes, dada la resaca heredada, los líderes admiten que formalizar el futuro del trabajo a través de cambios en los incentivos, la gestión del rendimiento, la progresión de los transportistas, etc., es un territorio muy nuevo.
No obstante, la preparación para el futuro del talento es una lucha continua en cada industria, es una consideración absolutamente crucial mientras las aseguradoras se preparan para atacar la digitalización y el análisis. El trabajo en equipos interdisciplinarios es un requisito para las transformaciones digitales dadas las habilidades únicas y los métodos de resolución de problemas que cada miembro aporta al grupo para complementarse mutuamente.
- Soluciones por etapas
Una transformación digital puede ser una perspectiva abrumadora, afirman desde McKinsey. Esto se debe a menudo a que las aseguradoras lo consideran como un gran proyecto en lugar de convertirlo en soluciones por etapas.
Las aseguradoras están interesadas en construir estrategias digitales, de datos y analíticas que se guíen por la prioridad de los dominios de negocio y estén impulsadas por el valor del negocio en juego. Este enfoque a gran escala permite a las aseguradoras elevar la conversación más allá de los casos de uso específicos, que por lo general proporcionan valor a subescala y fragmentan el despliegue de talento y capacidades, impidiendo que las organizaciones maximicen realmente el retorno de la inversión.
- Aprender de otros
Los datos de los operadores tradicionales, el conocimiento del dominio y la madurez operativa (especialmente en la distribución y la suscripción) deberían ser ventajas. Sin embargo, los esfuerzos de transformación digital a menudo no obtienen el capital y el talento necesarios y son arrastrados por la burocracia, explican los expertos. “Las aspiraciones de las aseguradoras están por las nubes. Están resolviendo cómo llegar allí. No se trata de tirar dinero para solucionar el problema; se trata de comprender mejor la oportunidad. Aprender de otras empresas es una pieza crucial del rompecabezas”.