Noticia Anterior
ARTICULO: Desafiante entorno económico
Escrito el 18 nov 2019
Comment: 0
Por: Lic. Félix Santana García
En el informe “Vínculos Macroeconómicos y Crecimiento en Riesgo en la República Dominicana”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace un análisis en el que estima los alcances que tienen los posibles shocks sobre la economía dominicana y resalta la importancia que tiene el crédito del sector privado como motor del crecimiento interno.
En dicho informe hace un llamado a la República Dominicana a estar atenta a las previsiones de bajo crecimiento en Estados Unidos y la Zona Euro, al empeoramiento del intercambio comercial y a la competitividad, como situaciones que podrían causar impactos sobre la economía local.
El informe señala que un shock negativo a la disponibilidad de crédito interno tendría fuerte impacto adverso en el crecimiento y llama a profundizar los mercados financieros nacionales.
El FMI agrega que una expansión monetaria puede estimular la economía en el horizonte de un año, pero el impacto a tres años sería contractivo.
Para contrarrestar lo anterior o el surgimiento de algunas situaciones complicadas el FMI propone aplicar herramientas de políticas adicionales a la monetaria, que incluyen la creación de un espacio fiscal, la acumulación de reservas internacionales a niveles adecuados, así como un aumento de la liquidez y de la reserva de capital en el sistema bancario en los buenos tiempos, como una opción para amortiguar el efecto de una posible recesión económica.
A nivel externo el FMI resalta que las condiciones de demanda resultan importantes para la economía local solo en horizontes de mediano y largo plazo, a menos que la economía se debilite, lo que sí haría que la demanda externa fuera un factor de cuidado en el corto plazo.
En la XVI Conferencia Regional Centroamérica, Panamá y República Dominicana, organizada por el Fondo Monetario Internacional, la 287ª Reunión del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), y en la VIII Reunión conjunta del CMCA y el Consejo Centroamericano de Superintendentes de Bancos, de Seguros y de otras instituciones financieras, el subdirector gerente del FMI, se refirió al desempeño global y a los riesgos imperantes como son la guerra comercial, las tensiones geopolíticas y el Brexit, destacando que la economía mundial se encuentra en una desaceleración sincronizada, lo que ha llevado a disminuir las proyecciones de crecimiento global para este año y el próximo hasta 3% y 3.4% respectivamente.
En ese sentido el Gobernador del Banco Central de la República Dominicana quien habló en representación del Gobierno reconoció también la difícil coyuntura internacional y agregó sobre otros retos que enfrentan los países que pueden incidir en el crecimiento a largo plazo de la región, entre los cuales se encuentran la desigualdad y su incidencia sobre la estabilidad social y política, el impacto del cambio climático en las actividades productivas y los riesgos asociados a la seguridad informática o ciberseguridad.
Otros temas de singular importancia de carácter económico y que deben ser abordados con mucho criterio en lo inmediato son: perspectivas económicas regionales y mundiales, el impacto de la dolarización e implicaciones de política cambiaria, la eficiencia de los incentivos fiscales desde una perspectiva internacional y las soluciones Fintech para las transferencias de remesas los cuales deben ser tratados a profundidad por las actuales y venideras autoridades a los fines proteger el quehacer económico del país. Otros temas tratados y analizados fueron el contexto macroeconómico regional para el cierre de 2019 y las perspectivas para el año 2020.
También se analizó el informe de Estabilidad Financiera Regional 2019 que incluye el desempeño reciente de los bancos de la región, la situación financiera de los bancos regionales a junio 2019.
Se augura que el año 2019 terminará con un crecimiento económico de un 5% a favor de la República Dominicana pero no es menos cierto que la economía fue impactada negativamente por la caída del turismo fruto de una campaña mediática que provocó una disminución de ingresos por ese concepto de más de US$400 millones, pues solo en octubre la llegada de turistas al país cayó en un 10.3%, que aunque fue compensado por los ingresos de la inversión extranjera directa, las remesas, exportaciones, entre otros, no deja de preocupar el impacto negativo que han tenido en la economía la ralentización que han enfrentado otras economías.
Hay mucha preocupación por los retos en desigualdad y estabilidad. No es un secreto que si bien la economía dominicana ha podido sortear los embates de los shocks externos es motivo de mantener al país en alerta máxima a los fines evitar efectos más lamentables.
Aunque se han desarrollado muchos esfuerzos para evitar una mayor caída de los ingresos externos aún hay mucho por hacer de parte de las autoridades que aunque solo les restan unos nueve meses de gobierno deben allanarles el camino a las nuevas autoridades que se instalaran el próximo 16 de agosto del año 2020 al tiempo de esforzarse en mejorar las condiciones de vida de los dominicanos, pues uno de los retos más acuciantes es que el crecimiento económico que se publicita no se refleja en los bolsillos de los ciudadanos.
En ese sentido, se opina que dicho crecimiento económico no es más que un factor optimista para impulsar las fuerzas productivas pero el mismo no se refleja en el bienestar de la vida de los dominicanos y todo es producto de una política agropecuaria errada, un modelo económico que no ofrece oportunidades a la gente ya que es totalmente excluyente.
Se dice que lo último que se pierde es la esperanza, por lo que los dominicanos abrigan confianza en que las nuevas autoridades gubernamentales que han de asumir sus cargos el próximo año podrán que revertir esta situación ya que esta es inaguantable pues como paradoja no se explica que un país que crezca económicamente de forma sostenida en promedio un 5% en los últimos años, más de un 55% de los dominicanos quiera abandonar su lar nativo. Esto así ya que ese crecimiento no se traduce en más empleo o calidad de vida.
También no es un secreto que las nuevas autoridades que se presume sean del Partido Revolucionario Moderno (PRM) tendrán que enfrentar grandes retos no solo por la situación de endeudamiento y déficits que las actuales autoridades les dejaran sino por el hecho de que se prevé que el entorno económico global será de mucha incertidumbre.
Pero se espera que las esperanzas de cambio que el dominicano anhela que se produzca el próximo año de mano de las nuevas autoridades no se esfumen pues de esto suceder sería de gran frustración ya que la situación es casi insoportable.
En el informe “Vínculos Macroeconómicos y Crecimiento en Riesgo en la República Dominicana”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace un análisis en el que estima los alcances que tienen los posibles shocks sobre la economía dominicana y resalta la importancia que tiene el crédito del sector privado como motor del crecimiento interno.
En dicho informe hace un llamado a la República Dominicana a estar atenta a las previsiones de bajo crecimiento en Estados Unidos y la Zona Euro, al empeoramiento del intercambio comercial y a la competitividad, como situaciones que podrían causar impactos sobre la economía local.
El informe señala que un shock negativo a la disponibilidad de crédito interno tendría fuerte impacto adverso en el crecimiento y llama a profundizar los mercados financieros nacionales.
El FMI agrega que una expansión monetaria puede estimular la economía en el horizonte de un año, pero el impacto a tres años sería contractivo.
Para contrarrestar lo anterior o el surgimiento de algunas situaciones complicadas el FMI propone aplicar herramientas de políticas adicionales a la monetaria, que incluyen la creación de un espacio fiscal, la acumulación de reservas internacionales a niveles adecuados, así como un aumento de la liquidez y de la reserva de capital en el sistema bancario en los buenos tiempos, como una opción para amortiguar el efecto de una posible recesión económica.
A nivel externo el FMI resalta que las condiciones de demanda resultan importantes para la economía local solo en horizontes de mediano y largo plazo, a menos que la economía se debilite, lo que sí haría que la demanda externa fuera un factor de cuidado en el corto plazo.
En la XVI Conferencia Regional Centroamérica, Panamá y República Dominicana, organizada por el Fondo Monetario Internacional, la 287ª Reunión del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), y en la VIII Reunión conjunta del CMCA y el Consejo Centroamericano de Superintendentes de Bancos, de Seguros y de otras instituciones financieras, el subdirector gerente del FMI, se refirió al desempeño global y a los riesgos imperantes como son la guerra comercial, las tensiones geopolíticas y el Brexit, destacando que la economía mundial se encuentra en una desaceleración sincronizada, lo que ha llevado a disminuir las proyecciones de crecimiento global para este año y el próximo hasta 3% y 3.4% respectivamente.
En ese sentido el Gobernador del Banco Central de la República Dominicana quien habló en representación del Gobierno reconoció también la difícil coyuntura internacional y agregó sobre otros retos que enfrentan los países que pueden incidir en el crecimiento a largo plazo de la región, entre los cuales se encuentran la desigualdad y su incidencia sobre la estabilidad social y política, el impacto del cambio climático en las actividades productivas y los riesgos asociados a la seguridad informática o ciberseguridad.
Otros temas de singular importancia de carácter económico y que deben ser abordados con mucho criterio en lo inmediato son: perspectivas económicas regionales y mundiales, el impacto de la dolarización e implicaciones de política cambiaria, la eficiencia de los incentivos fiscales desde una perspectiva internacional y las soluciones Fintech para las transferencias de remesas los cuales deben ser tratados a profundidad por las actuales y venideras autoridades a los fines proteger el quehacer económico del país. Otros temas tratados y analizados fueron el contexto macroeconómico regional para el cierre de 2019 y las perspectivas para el año 2020.
También se analizó el informe de Estabilidad Financiera Regional 2019 que incluye el desempeño reciente de los bancos de la región, la situación financiera de los bancos regionales a junio 2019.
Se augura que el año 2019 terminará con un crecimiento económico de un 5% a favor de la República Dominicana pero no es menos cierto que la economía fue impactada negativamente por la caída del turismo fruto de una campaña mediática que provocó una disminución de ingresos por ese concepto de más de US$400 millones, pues solo en octubre la llegada de turistas al país cayó en un 10.3%, que aunque fue compensado por los ingresos de la inversión extranjera directa, las remesas, exportaciones, entre otros, no deja de preocupar el impacto negativo que han tenido en la economía la ralentización que han enfrentado otras economías.
Hay mucha preocupación por los retos en desigualdad y estabilidad. No es un secreto que si bien la economía dominicana ha podido sortear los embates de los shocks externos es motivo de mantener al país en alerta máxima a los fines evitar efectos más lamentables.
Aunque se han desarrollado muchos esfuerzos para evitar una mayor caída de los ingresos externos aún hay mucho por hacer de parte de las autoridades que aunque solo les restan unos nueve meses de gobierno deben allanarles el camino a las nuevas autoridades que se instalaran el próximo 16 de agosto del año 2020 al tiempo de esforzarse en mejorar las condiciones de vida de los dominicanos, pues uno de los retos más acuciantes es que el crecimiento económico que se publicita no se refleja en los bolsillos de los ciudadanos.
En ese sentido, se opina que dicho crecimiento económico no es más que un factor optimista para impulsar las fuerzas productivas pero el mismo no se refleja en el bienestar de la vida de los dominicanos y todo es producto de una política agropecuaria errada, un modelo económico que no ofrece oportunidades a la gente ya que es totalmente excluyente.
Se dice que lo último que se pierde es la esperanza, por lo que los dominicanos abrigan confianza en que las nuevas autoridades gubernamentales que han de asumir sus cargos el próximo año podrán que revertir esta situación ya que esta es inaguantable pues como paradoja no se explica que un país que crezca económicamente de forma sostenida en promedio un 5% en los últimos años, más de un 55% de los dominicanos quiera abandonar su lar nativo. Esto así ya que ese crecimiento no se traduce en más empleo o calidad de vida.
También no es un secreto que las nuevas autoridades que se presume sean del Partido Revolucionario Moderno (PRM) tendrán que enfrentar grandes retos no solo por la situación de endeudamiento y déficits que las actuales autoridades les dejaran sino por el hecho de que se prevé que el entorno económico global será de mucha incertidumbre.
Pero se espera que las esperanzas de cambio que el dominicano anhela que se produzca el próximo año de mano de las nuevas autoridades no se esfumen pues de esto suceder sería de gran frustración ya que la situación es casi insoportable.