Tener acceso a un seguro es un componente clave para lograr una estabilidad financiera. Por ello, el apoyo a la inclusión financiera se ha afianzado más a nivel mundial a medida que las aseguradoras y reaseguradoras incorporan operaciones de microseguros, inversionistas de impacto social que financian programas de microcrédito y microseguros en países en desarrollo y gobiernos que tratan de ampliar el acceso a los seguros a los ciudadanos de bajos ingresos.
‘Microseguros, Inclusión Financiera, Ganancia de Tracción en Mercados Emergentes’ es el último informe elaborado por A.M. Best y que demuestra que la apuesta por estos productos está creciendo después de un siglo de desarrollo: “La creación de programas de microseguros sostenibles es un reto, pero nunca ha habido un momento como el actual en el que se haya hecho tanto esfuerzo a todos los niveles -comunitario, nacional y global- para que estos esfuerzos se lleven a cabo con éxito. El tamaño es la clave de la rentabilidad en el sector de los microseguros dirigida a las personas de bajos ingresos, junto con un alto grado de innovación”.
Para ser más rentables, afirman desde la agencia, tanto individuos como organizaciones han estado buscando la forma de eliminar las fricciones que se encuentran en los seguros tradicionales, algunos han permitido el éxito de estos microseguros (con mucho ensayo y error)”.
Para contribuir a la sostenibilidad de este producto debe haber más oferta del sector privado. Los márgenes de beneficio suelen ser reducidos, explican, por ello, las eficiencias, la regulación proporcional y la escala deben ser cuidadosamente internalizadas y calibradas, añade la agencia. ¿Otra forma de alcanzar el beneficio? “La distribución de los microseguros requiere un enfoque diferente al de los seguros tradicionales. Incluir los microseguros como parte de un acuerdo cooperativo o mutuo también ha mostrado un éxito significativo”, remarca el informe.
Un laboratorio para la innovación
Desde A.M. Best se hace referencia en este informe por una clara apuesta para que el mercado de microseguros sea un laboratorio para la innovación gracias a las estrategias desarrolladas para mejorar la eficiencia en estos mercados a menudo pueden ser aplicadas a mercados más tradicionales como una forma de innovación inversa.
«El número de personas cubiertas por microseguros sigue siendo muy pequeño en relación con la necesidad», afirma Andrea Keenan, directora ejecutiva principal. «Pero hay una comunidad creciente que busca contribuir a los esfuerzos de inclusión financiera. Otras iniciativas y conceptos como los factores ambientales, sociales y de gobernabilidad en las políticas y prioridades de inversión han ayudado a impulsar los microseguros a un punto de inflexión, dando impulso a estas soluciones de inclusión financiera».
Aunque el mundo desarrollado se enfrenta a una brecha de cobertura en áreas como las inundaciones y los ciberriesgos, que estos seguros sean insuficientes es algo más frecuente en los países menos desarrollados y representan debilidades estructurales para sus economías en general. Por todo esto, la agencia ve una fuerte correlación entre las economías sanas y la industria de seguros para “tener una presencia constructiva con un mercado de seguros fuerte y que logre proteger y apoyar el desarrollo económico”.