ASUNCIÓN, Paraguay.- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) activó la alerta epidemiológica en Latinoamérica, después de que la región haya registrado más de dos millones de casos de infectados por el virus del dengue en lo que va de año, una cifra que no se alcanzaba desde el último gran brote de 2016.
«Es una herramienta que se utiliza en la organización para avisar a los estados miembros en la región de las Américas de cualquier enfermedad que signifique una amenaza para la salud pública», explicó en entrevista con Efe el doctor Miguel Aragón, consultor de enfermedades transmisibles de la OPS.
En la última actualización del mes de agosto, la OPS contabilizó 2.029.342 casos de la enfermedad en Latinoamérica y el Caribe, de los cuales 723 se saldaron con la muerte de los pacientes.
Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras o Nicaragua son algunos de los países más afectados por la extensión de este virus que se contagia a través del mosquito ‘aedes aegypti’, transmisor también de las enfermedades del zica y del chicunguña.
Aragón explicó que el brote ha afectado especialmente a los países centroamericanos debido a que la región ha experimentado un período más caluroso, aunque vaticinó que el número de casos se incrementará en el Cono Sur de Sudamérica con la llegada de la primavera y del verano.
Brasil es el país que ha notificado un mayor número de infectados por el virus, con un total de 1.345.994 personas, mientras que Guatemala es el estado con un mayor porcentaje de letalidad, ya que el 0,32 % de los diagnosticados ha fallecido.
El consultor de la OPS explicó que la expansión del virus está directamente relacionada con la situación de pobreza que atraviesan algunos países, ya que el control del medioambiente, el abastecimiento de agua o la gestión de las basuras condicionan la propagación del ‘aedes aegypti’.
«Está muy relacionado con el desarrollo de los países, pero más que todo con las condiciones de pobreza en las que están nuestras poblaciones», explicó Aragón, quien advirtió de que los brotes que se producen en los «bolsones» de las grandes ciudades.
Además, el doctor también reconoció el impacto que tiene el cambio climático en el desarrollo de la enfermedad, ya que el aumento de la temperatura y de la humedad favorecen la cría del ‘aedes aegypti’.
«El mosquito se ha transformado en una mascota más en nuestras viviendas porque no conseguimos eliminarlo», lamentó Aragón.
Los niños, los ancianos y las personas que padezcan algún tipo de enfermedad crónica son los que presentan un mayor de riesgo de sufrir complicaciones graves de salud tras contraer el dengue.
En ese sentido, Aragón defiende la importancia de que los ciudadanos acudan a los servicios médicos cuando detecten alguno de los signos de alarma, como fuertes fiebres, dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos o dolores abdominales.
«Es una enfermedad que hoy no te sientes muy mal pero en dos o tres días puedes evolucionar a una situación de gravedad y cuando el paciente se siente muy mal difícilmente el personal médico puede responder», agregó el doctor.
Desde la OPS se ha instado a los países miembros a que mantengan una Estrategia de Gestión Integrada de Arborbirosis que no solo contemple medidas sanitarias, sino también de prevención como la fumigación de larvas o la eliminación de los recipientes con agua, donde los mosquitos ponen sus larvas.
Según las estimaciones de Aragón, la epidemia actual de dengue podría alcanzar los 2,5 millones de casos a finales de 2019, aunque no prevé un aumento generalizado de la tasa de letalidad del virus con respecto a años anteriores.
Hasta el momento no se ha encontrado ninguna vacuna para el dengue, aunque desde la OPS reconocen que se están desarrollando investigaciones biológicas y de modificación genética de los mosquitos, que todavía tienen que avanzar antes de ser testadas por la organización.
«Las condiciones en nuestras ciudades son favorables para que esta enfermedad continúe con nosotros los años futuros. Mientras no tengamos herramientas tecnológicas de gran impacto para eliminar esta enfermedad, vamos a tener que seguir lidiando», concluyó Aragón.