Para ser competitivos en un panorama dinámico y cada vez más cambiante, los actores del sector salud deben adaptarse tanto en infraestructura tecnológica, así como hacer un cambio cultural, mejorando el modelo enfocado en el bienestar de los pacientes.
La movilidad y el crecimiento de la población son factores demográficos que están retando al sector salud de forma global. De la misma manera, los avances tecnológicos al alcance del paciente han aumentado el acceso rápido y fácil al tratamiento, proveyéndoles una mejora en la información sobre su patología, servicio y aseguradoras, así como un mayor conocimiento de alternativas terapéuticas, por lo tanto, siendo más proactivos y demandantes en el manejo de su propia salud.
Por otro lado, el aumento del costo de los tratamientos para enfermedades crónicas, así como el aumento a nivel global de sus incidencias, presionan a los sistemas nacionales de salud, empujando hacia una mejor regulación y un crecimiento en la competencia de la innovación.
El reporte anual del año pasado del Consejo de Comités sobre Políticas de las Ciencias de la Salud (o ISPOR por sus siglas en inglés) ha identificado 10 tendencias que, según sus proyecciones, impactarán a los actores del sector salud este año. El informe destaca:
1. Un enfoque particular en asegurar que los precios de los medicamentos reflejen el valor de los tratamientos.
2. El desarrollo de nuevas terapias médicas de la mano de los nuevos descubrimientos en medicamentos y en la atención personalizada.
3. La optimización de los esfuerzos regulatorios para acelerar la aprobación de nuevos medicamentos que satisfagan las necesidades de los médicos y los pacientes.
4. El creciente compromiso con la cobertura universal de salud.
5. El envejecimiento de la población global.
6. Un mayor optimismo sobre el uso de las herramientas de salud móvil o mHealth.
7. La mejora de los métodos de diagnóstico hacia soluciones sensibles, específicas y costo-eficientes para garantizar el tratamiento indicado al paciente correcto.
8. La introducción y promoción del uso de biosimilares con el fin de proveer una variedad de opciones de tratamiento, así como ahorros a los sistemas de salud.
9. La creciente evidencia científica sobre la eficacia de la medicina preventiva.
10. La inversión en innovación en investigación celular y genética para el desarrollo de nuevas terapias médicas.
De estas tendencias, identificamos los siguientes factores que inciden de manera específica en la economía de salud en República Dominicana. Estos son:
1. Un sistema de salud orientado al paciente
El principio de “non nocere” (no hacer daño) contenido en el pacto hipocrático que los profesionales de salud toman al iniciar sus carreras, ha encontrado nuevas fronteras de aplicación, no solo en el desempeño médico, sino influyendo en los actores que componen el complejo universo del sector salud. Cada vez más, pacientes, doctores, suplidores y otros operarios del sistema están abogando por un cambio de modelo a una atención médica basada en valor y resultados.
En el contexto de los modelos sanitarios, el concepto de “valor” se refiere al grado de utilidad y aptitud de los medicamentos y servicios de salud de proporcionar bienestar; es decir, la atención médica basada en “valor” significa satisfacer las necesidades de salud de los pacientes con el objeto de generar bienestar al menor costo posible. En este modelo los pacientes tienen un mayor control sobre sus gastos para mantener una buena salud y los suplidores logran mejorar sus resultados y satisfacer a los beneficiarios.
2. Tecnología al servicio de la atención
Los estudios muestran que los pacientes que están más involucrados en las decisiones sobre su plan de atención médica ven mejores resultados en la salud. De igual modo, generalmente están más satisfechos con su atención, lo que puede ser una gran ventaja para los proveedores de atención médica que confían en las revisiones en línea para informar a los pacientes potenciales y a sus familias.
Según Global System Mobile Association (GSMA), a nivel mundial alcanzamos los 7,422 millones de conexiones móviles. El uso de las tecnologías para apoyar el logro de los objetivos de salud está transformando la prestación de servicios en todo el mundo.
La abreviatura de salud móvil es mHealth, un nuevo término utilizado para referirse a la práctica clínica de apoyarse en los dispositivos móviles para la optimización de los procesos de salud. Sus beneficios incluyen el uso de dispositivos móviles en la recogida, entrega y acceso compartido a la información sobre salud por parte de los profesionales, investigadores y pacientes; un seguimiento en tiempo real a través de la telemedicina móvil. De igual forma, avances en la genética, robótica, inteligencia artificial y las tecnologías de telecomunicación han creado una nueva frontera para la innovación al beneficio de la salud.
En República Dominicana, es cada vez más común el uso de monitores ambulantes cardiacos y de glucosa, el uso de aplicaciones móviles y relojes “inteligentes” para un monitoreo activo de la salud, así como la comunicación digital directa con sus proveedores de salud para una atención médica constante.
3. Los medicamentos biosimilares
Con la expiración de las patentes de los fármacos biológicos innovadores, el mercado de biosimilares está encaminado a un crecimiento exponencial. Según un reporte de julio 2018 de la firma Mckinsey & Company, el mercado de biosimilares está estimado a triplicarse hasta llegar a 15 billones de Euros en ventas en el 2020.
Los biosimilares son medicamentos biológicos equivalentes en calidad, eficacia y seguridad a los originales, regulados bajo los mismos estándares de referencia por la Organización Mundial de Salud, pero cuyo costo es aproximadamente un 30% menor. Con la entrada y el aumento de la cuota de mercado de los medicamentos biosimilares, se proyecta un incremento en la competencia en precio por parte de las grandes farmacéuticas y la agresiva entrada de sus nuevos actores, que compiten a través de la innovación por un lugar en el mercado. Esta competencia ha demostrado beneficiar a la comunidad médica al ampliar su arsenal terapéutico pero -sobre todo- a los pacientes, al reducir los precios de los tratamientos de alto costo.
En lo relacionado a la República Dominicana, ya hay varios medicamentos biosimilares en proceso de aprobación para su uso y diferentes actores del sector salud están promoviendo hacia la implementación de los mismos por su potencial de producir ahorros.
4. Mayor inversión en prevención
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, en República Dominicana la población mayor de 65 años, representan más de un 10% de la población, y está proyectada a aumentar exponencialmente en los próximos 15 años. Esto amplia los retos del sector salud, comenzando porque las personas mayores viven cada vez más tiempo con afecciones crónicas que requieren atención a largo plazo en un centro de atención médica o en el hogar.
Esta tendencia hacia la prevención consiste en tomar medidas destinadas no solo a prever la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de los factores de riesgo, sino también a detener su avance y a atenuar sus consecuencias una vez establecida.
El reconocimiento de estas tendencias demográficas y tecnológicas que inciden en la economía de salud, deberá direccionar la agenda de los tomadores de decisión de los sectores públicos y privados con el fin de sensibilizarlos hacia las consecuencias de sus decisiones sobre la salud. Promoviendo que sus políticas se inclinen por la creación de ambientes favorables y por formas de vida, estudio, trabajo y ocio que sean fuente de salud para la población.