Cada vez es más frecuente que las aseguradoras reduzcan o eliminen cobertura a proveedores de energía que usan carbón. Las compañías quieren de este modo ayudar a reducir el cambio climático y obligar a la industria energética a adoptar energías renovables.
Estas medidas, si bien pueden suponer para las aseguradoras una pérdida de negocio a corto plazo, «en el largo plazo los beneficios para la industria de los seguros podrían ser considerables», afirma GlobalData.
«Con el cambio climático como causa potencial del aumento de la frecuencia de eventos climáticos extremos y el aumento del nivel del mar, el cese de la protección a los proveedores de energía basada en combustibles fósiles podría permitir que la industria se beneficie de la reducción de la exposición a los riesgos potenciales de responsabilidad ambiental y mejorar su reputación pública», concreta Daniel Pearce, analista de seguros de la firma.
MEJORAR LA PERCEPCIÓN PÚBLICA DE LOS SEGUROS
Un ejemplo es AXA, que ha ampliado su política contra el cambio climático a la recién adquirida XL. Esta dejará de asegurar los proyectos de construcción relacionados con las centrales eléctricas de carbón y la extracción de arenas alquitranadas, con lo que la división se alineará con el resto de las actividades del grupo galo. Aunque la medida puede provocar una pérdida de ingresos de 100 millones de euros, principalmente en 2020, «sin duda mejorará la percepción pública de una industria de los seguros que históricamente ha soportado una relación fraccionaria con los consumidores por su enfoque típicamente basado en el dinero», apunta Pearce.
Otras aseguradoras europeas también están tomando medidas. CHUBB anunció recientemente la prohibición de la suscripción y la inversión relacionadas con el carbón. La empresa dejará de ofrecer seguros o inversiones a las empresas que explotan centrales de carbón o a las empresas para las que la minería del carbón genera más del 30% de sus ingresos. Moody’s considera que no ha habido una pérdida significativa de negocio para el grupo de proveedores que han tomado tal acción.
«A primera vista, el distanciamiento del carbón puede tener un impacto negativo significativo en el sector de los seguros, dada la pérdida de negocio. Sin embargo, además del posible progreso en la percepción del consumidor, la industria puede disfrutar de un considerable beneficio financiero a largo plazo como resultado de cualquier postura en contra del carbón», concluye Pearce.