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OMS se prepara para recomendar o vetar consumo de edulcorantes
Escrito el 07 ene 2019
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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En la mayoría de los resultados de estos trabajos, los consumidores de azúcar y los consumidores de edulcorantes “no parecían tener diferencias” en cuanto a beneficios en su salud, se lee en las conclusiones de la revisión, publicado en la edición del 2 de enero de 2019 de la revista científica British Medical Journal (BMJ).
En esta investigación publicada en BMJ los endulzantes son llamados NSS y para ordenar sus conclusiones los investigadores se hicieron preguntas tales como: ¿Cuáles son los efectos del consumo de NSS versus el no consumo en resultados de salud relevantes? y ¿cuáles son los efectos de las dosis más altas versus las dosis más bajas de NSS y el consumo más frecuente versus los menos frecuentes de NSS en resultados de salud relevantes?
Estas preguntas y otras del mismo estilo se plantearon quienes revisaron los trabajos centrados en personas sanas, adultos y niños, y aquellos con población con sobrepeso, en busca de identificar los impactos que los edulcorantes han tenido en las personas que los consumen.
Impactos en el peso, en el nivel de la glucosa en la sangre, en el estado de ánimo y en los comportamientos de conducta, en la salud odontológica y en la incidencia sobre diferentes enfermedades (cancerosas, hepáticas y cardiovasculares, principalmente).
“De los 56 estudios individuales que proporcionaron datos para esta revisión, 35 fueron estudios observacionales”, se lee en BMJ antes de que el autor principal de la revisión, Joerg J. Meerpohl, del Instituto para la Evidencia en Medicina de la Universidad de Friburgo (Alemania), insistiera en que “no hay pruebas suficientes” para asegurar que el consumo de edulcorantes no azucarados deja claro beneficios o perjuicios.
La OMS deberá contratar más estudios antes de publicar sus recomendaciones sobre los edulcorantes, porque la revisión de los ya efectuados solo encontraron un pequeño efecto sobre el peso orporal a corto plazo, “pero no tenemos datos de alta calidad que lo confirmen a largo plazo”, sostuvo Meerpohl.
Añadió que la reducción de la presión sanguínea en adultos con sobrepeso fue la variable que más incide con la eliminación del azúcar, así como mayor índice de masa corporal entre los niños que consumían edulcorantes artificiales, pero tampoco como para sentenciar condenas o absoluciones.
El diario español El País pidió a Tom Sanders, profesor de nutrición del King’s College de Londres, y a la investigadora Susan Swithers, de la Universidad Purdue, comentar a su vez las conclusiones de la revisión y ninguno dijo haberse sorprendido con los hallazgos.
Ayuda el reemplazar las bebidas azucaradas
“Los resultados de este estudio no son sorprendentes y confirman la idea de que los edulcorantes artificiales no son la varita mágica con la que prevenir la obesidad”, dijo Sanders, aunque subrayó que “reemplazar las bebidas azucaradas con edulcorantes artificiales ayuda a evitar que los niños ganen peso”, pero nunca lograrán superar la alternativa ideal: que tomen agua.
“Hasta ahora, la ciencia está mostrando que los sustitutos del azúcar realmente no ayudan mucho y que las personas que los consumen a largo plazo terminan con resultados menos saludables que las personas que no los usan. No sabemos exactamente por qué es eso, pero puede haber más de una razón por la que los edulcorantes no son necesariamente opciones saludables”, añadió la investigadora Susan Swithers.
En esta investigación publicada en BMJ los endulzantes son llamados NSS y para ordenar sus conclusiones los investigadores se hicieron preguntas tales como: ¿Cuáles son los efectos del consumo de NSS versus el no consumo en resultados de salud relevantes? y ¿cuáles son los efectos de las dosis más altas versus las dosis más bajas de NSS y el consumo más frecuente versus los menos frecuentes de NSS en resultados de salud relevantes?
Estas preguntas y otras del mismo estilo se plantearon quienes revisaron los trabajos centrados en personas sanas, adultos y niños, y aquellos con población con sobrepeso, en busca de identificar los impactos que los edulcorantes han tenido en las personas que los consumen.
Impactos en el peso, en el nivel de la glucosa en la sangre, en el estado de ánimo y en los comportamientos de conducta, en la salud odontológica y en la incidencia sobre diferentes enfermedades (cancerosas, hepáticas y cardiovasculares, principalmente).
“De los 56 estudios individuales que proporcionaron datos para esta revisión, 35 fueron estudios observacionales”, se lee en BMJ antes de que el autor principal de la revisión, Joerg J. Meerpohl, del Instituto para la Evidencia en Medicina de la Universidad de Friburgo (Alemania), insistiera en que “no hay pruebas suficientes” para asegurar que el consumo de edulcorantes no azucarados deja claro beneficios o perjuicios.
La OMS deberá contratar más estudios antes de publicar sus recomendaciones sobre los edulcorantes, porque la revisión de los ya efectuados solo encontraron un pequeño efecto sobre el peso orporal a corto plazo, “pero no tenemos datos de alta calidad que lo confirmen a largo plazo”, sostuvo Meerpohl.
Añadió que la reducción de la presión sanguínea en adultos con sobrepeso fue la variable que más incide con la eliminación del azúcar, así como mayor índice de masa corporal entre los niños que consumían edulcorantes artificiales, pero tampoco como para sentenciar condenas o absoluciones.
El diario español El País pidió a Tom Sanders, profesor de nutrición del King’s College de Londres, y a la investigadora Susan Swithers, de la Universidad Purdue, comentar a su vez las conclusiones de la revisión y ninguno dijo haberse sorprendido con los hallazgos.
Ayuda el reemplazar las bebidas azucaradas
“Los resultados de este estudio no son sorprendentes y confirman la idea de que los edulcorantes artificiales no son la varita mágica con la que prevenir la obesidad”, dijo Sanders, aunque subrayó que “reemplazar las bebidas azucaradas con edulcorantes artificiales ayuda a evitar que los niños ganen peso”, pero nunca lograrán superar la alternativa ideal: que tomen agua.
“Hasta ahora, la ciencia está mostrando que los sustitutos del azúcar realmente no ayudan mucho y que las personas que los consumen a largo plazo terminan con resultados menos saludables que las personas que no los usan. No sabemos exactamente por qué es eso, pero puede haber más de una razón por la que los edulcorantes no son necesariamente opciones saludables”, añadió la investigadora Susan Swithers.