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Eliminan el VIH con trasplantes de células madre
Escrito el 16 oct 2018
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Seis pacientes infectados por el VIH han eliminado el virus de su sangre y tejidos tras ser sometidos a trasplantes de células madre, logro atribuido a científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona y del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, según publicó en la revista ‘Annals of Internal Medicine’.
El estudio ha confirmado que los seis pacientes que recibieron un trasplante de células madre tienen el virus indetectable en sangre y tejidos, e incluso uno de ellos ni siquiera tiene anticuerpos, lo que indica que el VIH podría haber sido eliminado de su cuerpo, se asegura en la publicación científica: http://annals.org/aim/article-abstract/2707334/mechanisms-contribute-profound-reduction-hiv-1-reservoir-after-allogeneic-stem
Los pacientes mantienen el tratamiento antirretroviral, pero los investigadores creen que la procedencia de las células madre -de cordón umbilical y médula ósea-, así como el tiempo transcurrido para lograr el reemplazo completo de las células receptoras por las del donante -dieciocho meses en uno de los casos- podrían haber contribuido a una potencial desaparición del VIH, lo que abre la puerta a diseñar nuevos tratamientos para curar el Sida.
La investigadora del IrsiCaixa Maria Salgado, coprimera autora del artículo, junto con Mi Kwon, hematóloga del Hospital Gregorio Marañón, ha explicado que el motivo de que actualmente los fármacos no curen la infección por el VIH es el reservorio viral, formado por células infectadas por el virus que permanecen en estado latente y no pueden ser detectadas ni destruidas por el sistema inmunitario.
Este estudio, ha señalado ciertos factores asociados con el trasplante de células madre que podrían contribuir a eliminar este reservorio del cuerpo.
El trasplante de células madre se recomienda para tratar enfermedades hematológicas
Hasta ahora, el trasplante de células madre se recomienda exclusivamente para tratar enfermedades hematológicas graves.
El estudio se ha basado en el caso de ‘El Paciente de Berlín’: Timothy Brown, una persona con VIH que en 2008 se sometió a un trasplante de células madre para tratar una leucemia.
El donante tenía una mutación llamada CCR5 Delta 32 que hacía que sus células sanguíneas fueran inmunes al VIH, ya que evita la entrada del virus en ellas.
La única persona en el mundo curada del VIH
Brown dejó de tomar la medicación antirretroviral y hoy, 11 años después, el virus sigue sin aparecer en su sangre, con lo que se le considera la única persona en el mundo curada del VIH.
Desde entonces, los científicos investigan posibles mecanismos de erradicación del VIH asociados con el trasplante de células madre.
Para ello, el consorcio IciStem creó una cohorte única en el mundo de personas infectadas por el VIH que se sometieron a un trasplante para curar una enfermedad hematológica, con el objetivo final de diseñar nuevas estrategias de cura.
“Nuestra hipótesis era que, además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy Brown”, ha señalado Salgado.
El estudio incluyó a seis participantes que habían sobrevivido al menos dos años después de recibir el trasplante, y todos los donantes carecían de la mutación CCR5 Delta 32 en sus células.
“Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus”, ha detallado Mi Kwon.
Tras el trasplante, todos los participantes mantuvieron el tratamiento antirretroviral y lograron la remisión de su enfermedad hematológica tras la retirada de los fármacos inmunosupresores.
Tras diversos análisis, los investigadores vieron que 5 de ellos presentaban un reservorio indetectable en sangre y tejidos y que en el sexto los anticuerpos virales habían desaparecido completamente 7 años después del trasplante.
Según Salgado, “este hecho podría ser una prueba de que el VIH ya no está en su sangre, pero esto solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el virus reaparece o no”.
El único participante con un reservorio de VIH detectable recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical -el resto fue de médula ósea- y tardó 18 meses en reemplazar todas sus células por las células del donante.
El siguiente paso será hacer un ensayo clínico, controlado por médicos e investigadores, para interrumpir la medicación antirretroviral en algunos de estos pacientes y suministrarles nuevas inmunoterapias para comprobar si hay rebote viral y confirmar si el virus ha sido erradicado del organismo.
En 2015 ya se cosechó un logro importante
Hace tres años, IrsiCaixa informó que co lideraba el primer trasplante con células madre de cordón umbilical resistentes al VIH en pacientes con enfermedad hematológica grave: http://www.irsicaixa.es/es/actualidad/irsicaixa-colidera-el-primer-trasplante-con-celulas-madre-de-cordon-umbilical-0
El estudio fue publicado entonces en la revista ‘Lancet HIV’. Se centró en un paciente de Barcelona que padecía un linfoma y que fue sometido a un trasplante de células de cordón umbilical con una mutación resistente al VIH. El trasplante consiguió regenerar sus células del sistema inmunitario y hacerlas resistentes al VIH. Aunque el paciente falleció tres meses después debido a la progresión de su cáncer, el VIH ya no era detectable en sus células.
El estudio ha confirmado que los seis pacientes que recibieron un trasplante de células madre tienen el virus indetectable en sangre y tejidos, e incluso uno de ellos ni siquiera tiene anticuerpos, lo que indica que el VIH podría haber sido eliminado de su cuerpo, se asegura en la publicación científica: http://annals.org/aim/article-abstract/2707334/mechanisms-contribute-profound-reduction-hiv-1-reservoir-after-allogeneic-stem
Los pacientes mantienen el tratamiento antirretroviral, pero los investigadores creen que la procedencia de las células madre -de cordón umbilical y médula ósea-, así como el tiempo transcurrido para lograr el reemplazo completo de las células receptoras por las del donante -dieciocho meses en uno de los casos- podrían haber contribuido a una potencial desaparición del VIH, lo que abre la puerta a diseñar nuevos tratamientos para curar el Sida.
La investigadora del IrsiCaixa Maria Salgado, coprimera autora del artículo, junto con Mi Kwon, hematóloga del Hospital Gregorio Marañón, ha explicado que el motivo de que actualmente los fármacos no curen la infección por el VIH es el reservorio viral, formado por células infectadas por el virus que permanecen en estado latente y no pueden ser detectadas ni destruidas por el sistema inmunitario.
Este estudio, ha señalado ciertos factores asociados con el trasplante de células madre que podrían contribuir a eliminar este reservorio del cuerpo.
El trasplante de células madre se recomienda para tratar enfermedades hematológicas
Hasta ahora, el trasplante de células madre se recomienda exclusivamente para tratar enfermedades hematológicas graves.
El estudio se ha basado en el caso de ‘El Paciente de Berlín’: Timothy Brown, una persona con VIH que en 2008 se sometió a un trasplante de células madre para tratar una leucemia.
El donante tenía una mutación llamada CCR5 Delta 32 que hacía que sus células sanguíneas fueran inmunes al VIH, ya que evita la entrada del virus en ellas.
La única persona en el mundo curada del VIH
Brown dejó de tomar la medicación antirretroviral y hoy, 11 años después, el virus sigue sin aparecer en su sangre, con lo que se le considera la única persona en el mundo curada del VIH.
Desde entonces, los científicos investigan posibles mecanismos de erradicación del VIH asociados con el trasplante de células madre.
Para ello, el consorcio IciStem creó una cohorte única en el mundo de personas infectadas por el VIH que se sometieron a un trasplante para curar una enfermedad hematológica, con el objetivo final de diseñar nuevas estrategias de cura.
“Nuestra hipótesis era que, además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy Brown”, ha señalado Salgado.
El estudio incluyó a seis participantes que habían sobrevivido al menos dos años después de recibir el trasplante, y todos los donantes carecían de la mutación CCR5 Delta 32 en sus células.
“Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus”, ha detallado Mi Kwon.
Tras el trasplante, todos los participantes mantuvieron el tratamiento antirretroviral y lograron la remisión de su enfermedad hematológica tras la retirada de los fármacos inmunosupresores.
Tras diversos análisis, los investigadores vieron que 5 de ellos presentaban un reservorio indetectable en sangre y tejidos y que en el sexto los anticuerpos virales habían desaparecido completamente 7 años después del trasplante.
Según Salgado, “este hecho podría ser una prueba de que el VIH ya no está en su sangre, pero esto solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el virus reaparece o no”.
El único participante con un reservorio de VIH detectable recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical -el resto fue de médula ósea- y tardó 18 meses en reemplazar todas sus células por las células del donante.
El siguiente paso será hacer un ensayo clínico, controlado por médicos e investigadores, para interrumpir la medicación antirretroviral en algunos de estos pacientes y suministrarles nuevas inmunoterapias para comprobar si hay rebote viral y confirmar si el virus ha sido erradicado del organismo.
En 2015 ya se cosechó un logro importante
Hace tres años, IrsiCaixa informó que co lideraba el primer trasplante con células madre de cordón umbilical resistentes al VIH en pacientes con enfermedad hematológica grave: http://www.irsicaixa.es/es/actualidad/irsicaixa-colidera-el-primer-trasplante-con-celulas-madre-de-cordon-umbilical-0
El estudio fue publicado entonces en la revista ‘Lancet HIV’. Se centró en un paciente de Barcelona que padecía un linfoma y que fue sometido a un trasplante de células de cordón umbilical con una mutación resistente al VIH. El trasplante consiguió regenerar sus células del sistema inmunitario y hacerlas resistentes al VIH. Aunque el paciente falleció tres meses después debido a la progresión de su cáncer, el VIH ya no era detectable en sus células.