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Los cultivos modificados con CRISPR no se consideran OGM
Escrito el 01 jun 2018
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El mundo necesita con urgencia encontrar nuevas formas de impulsar la producción de alimentos. El aumento del rendimiento de los cultivos mediante el mejoramiento convencional de las plantas es ineficiente: los resultados son impredecibles y puede llevar años o décadas crear una nueva cepa. Por otro lado,
las poderosas tecnologías para plantas modificadas genéticamente pueden producir rápidamente nuevas variedades, pero su implementación ha sido polémica. Muchos consumidores y países han rechazado los alimentos OGM, a pesar de que muchos estudios han demostrado que son seguros para el consumo.
Ahora, una nueva tecnología de edición de genomas conocida como CRISPR puede ofrecer una buena alternativa. Pero ¿cómo pueden las plantas, creadas con una nueva técnica de edición de ADN, no ser consideradas OMG?
'Genéticamente modificado' se refiere a plantas y animales que han sido alterados de una manera que no habría surgido de forma natural, a través de la evolución. Un ejemplo muy claro sería la transferencia de un gen de una especie a otra para dotar al organismo de un nuevo rasgo.
Pero con CRISPR no se trata de cortar y pegar genes de animales o bacterias a las plantas. Con esta técnica, las tecnologías de edición del genoma se utilizan para introducir nuevos rasgos a las plantas, reescribiendo directamente el código genético de las mismas.
Esto es más rápido y más preciso que la reproducción convencional, es menos polémico que las técnicas de OGM, y puede reducir años o incluso décadas del desarrollo de nuevas variedades de cultivos para los productores.
Según today.uconn.edu, también hay otro incentivo para utilizar la edición genética para diseñar cultivos. El 28 de marzo de 2018, el Secretario de Agricultura de EE. UU., Sonny Perdue, anunció que el USDA no regularía las nuevas variedades de plantas desarrolladas con nuevas tecnologías como la edición del genoma, que producen plantas idénticas a las desarrolladas a través de métodos tradicionales de reproducción.
Por el contrario, una planta que incluye un gen o genes de otro organismo, como las bacterias, se considera un OMG. Esta es otra razón por la cual muchos investigadores y empresas prefieren usar CRISPR en la producción siempre que sea posible.
las poderosas tecnologías para plantas modificadas genéticamente pueden producir rápidamente nuevas variedades, pero su implementación ha sido polémica. Muchos consumidores y países han rechazado los alimentos OGM, a pesar de que muchos estudios han demostrado que son seguros para el consumo.
Ahora, una nueva tecnología de edición de genomas conocida como CRISPR puede ofrecer una buena alternativa. Pero ¿cómo pueden las plantas, creadas con una nueva técnica de edición de ADN, no ser consideradas OMG?
'Genéticamente modificado' se refiere a plantas y animales que han sido alterados de una manera que no habría surgido de forma natural, a través de la evolución. Un ejemplo muy claro sería la transferencia de un gen de una especie a otra para dotar al organismo de un nuevo rasgo.
Pero con CRISPR no se trata de cortar y pegar genes de animales o bacterias a las plantas. Con esta técnica, las tecnologías de edición del genoma se utilizan para introducir nuevos rasgos a las plantas, reescribiendo directamente el código genético de las mismas.
Esto es más rápido y más preciso que la reproducción convencional, es menos polémico que las técnicas de OGM, y puede reducir años o incluso décadas del desarrollo de nuevas variedades de cultivos para los productores.
Según today.uconn.edu, también hay otro incentivo para utilizar la edición genética para diseñar cultivos. El 28 de marzo de 2018, el Secretario de Agricultura de EE. UU., Sonny Perdue, anunció que el USDA no regularía las nuevas variedades de plantas desarrolladas con nuevas tecnologías como la edición del genoma, que producen plantas idénticas a las desarrolladas a través de métodos tradicionales de reproducción.
Por el contrario, una planta que incluye un gen o genes de otro organismo, como las bacterias, se considera un OMG. Esta es otra razón por la cual muchos investigadores y empresas prefieren usar CRISPR en la producción siempre que sea posible.