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La recuperación económica empieza a florecer en la región Latinoamericana
Escrito el 26 oct 2017
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Se espera que el crecimiento del PIB regional alcance el +1,2% en 2017 y el +2,2% en 2018, lejos de la media de +4,5% registrada entre 2010 y 2015. No obstante, la incertidumbre política y geopolítica sigue siendo un freno al crecimiento.
Las dos mayores economías en recesión volvieron a crecer. Después de tres años en desaceleración, la economía brasileña creció un +0,6% de media en la primera mitad del año. En Argentina, después de contraerse un -2,3% en 2016, la economía creció un +1,6% anual en la primera mitad del año.
Además, la reactivación de las exportaciones dio los primeros frutos de crecimiento: las exportaciones adicionales alcanzan los 21,6 billones de dólares en México y los 15,6 billones de dólares en Brasil entre los cuatro últimos trimestres, gracias a la modesta recuperación en los precios de las materias primas y el aumento de la demanda externa.
Los indicadores domésticos cambiaron de tendencia: el índice mensual de actividad regional (media de índices de actividad de ocho países de América Latina, excluyendo Venezuela) paró su contracción en diciembre de 2016 y siguió acelerando hasta alcanzar una tasa de crecimiento de +1,8% en junio de 2017. El PMI manufacturero indica un crecimiento sostenido del sector en Brasil desde abril 2017 (50,1), con el último dato de septiembre alcanzando 50,9. México sigue acelerando el ritmo de crecimiento desde enero (50,8) con un PMI de 52,8 en septiembre.
¿Qué perspectivas hay para la región?
El crecimiento regional se acelerará (+2,2%) gracias a un crecimiento más fuerte en Brasil (+2% en 2018) y Argentina (+3,2%), mientras que la economía mexicana perderá algo de tracción (+2,2%).
La apreciación de los tipos de cambio (+4% de media en Brasil, México, Argentina, Chile y Perú desde enero 2017) y la lucha contra la inflación permitieron devolver poder adquisitivo a los hogares latinoamericanos y así estimular parcialmente el consumo privado. Las políticas monetarias tuvieron más espacio para maniobrar y fueron más flexibles: los bancos centrales en Brasil, Perú, Colombia y Chile bajaron los tipos de interés en 2017. Esto deberá animar la economía, estimulando el crédito y apoyando la decisión de inversión de los hogares y empresas. La encuesta de préstamo bancario del Instituto de Finanza Internacional (IIF) muestra que las condiciones de crédito se endurecieron a un ritmo menor en el T2 de 2017 en América Latina; las expectativas indican que estas condiciones se relajarán en el T3 (índice por encima de 50) por primera vez desde 2013.
Continúa habiendo dos obstáculos para alcanzar un crecimiento más dinámico, afirma la aseguradora: el rápido crecimiento de la deuda pública es preocupante, sobre todo en Brasil, México y Ecuador. Eso reduce el espacio fiscal de los gobiernos y puede asustar a los mercados y acreedores. El ciclo electoral y la incertidumbre externa podrán ser una fuente de vulnerabilidad.
Las dos mayores economías en recesión volvieron a crecer. Después de tres años en desaceleración, la economía brasileña creció un +0,6% de media en la primera mitad del año. En Argentina, después de contraerse un -2,3% en 2016, la economía creció un +1,6% anual en la primera mitad del año.
Además, la reactivación de las exportaciones dio los primeros frutos de crecimiento: las exportaciones adicionales alcanzan los 21,6 billones de dólares en México y los 15,6 billones de dólares en Brasil entre los cuatro últimos trimestres, gracias a la modesta recuperación en los precios de las materias primas y el aumento de la demanda externa.
Los indicadores domésticos cambiaron de tendencia: el índice mensual de actividad regional (media de índices de actividad de ocho países de América Latina, excluyendo Venezuela) paró su contracción en diciembre de 2016 y siguió acelerando hasta alcanzar una tasa de crecimiento de +1,8% en junio de 2017. El PMI manufacturero indica un crecimiento sostenido del sector en Brasil desde abril 2017 (50,1), con el último dato de septiembre alcanzando 50,9. México sigue acelerando el ritmo de crecimiento desde enero (50,8) con un PMI de 52,8 en septiembre.
¿Qué perspectivas hay para la región?
El crecimiento regional se acelerará (+2,2%) gracias a un crecimiento más fuerte en Brasil (+2% en 2018) y Argentina (+3,2%), mientras que la economía mexicana perderá algo de tracción (+2,2%).
La apreciación de los tipos de cambio (+4% de media en Brasil, México, Argentina, Chile y Perú desde enero 2017) y la lucha contra la inflación permitieron devolver poder adquisitivo a los hogares latinoamericanos y así estimular parcialmente el consumo privado. Las políticas monetarias tuvieron más espacio para maniobrar y fueron más flexibles: los bancos centrales en Brasil, Perú, Colombia y Chile bajaron los tipos de interés en 2017. Esto deberá animar la economía, estimulando el crédito y apoyando la decisión de inversión de los hogares y empresas. La encuesta de préstamo bancario del Instituto de Finanza Internacional (IIF) muestra que las condiciones de crédito se endurecieron a un ritmo menor en el T2 de 2017 en América Latina; las expectativas indican que estas condiciones se relajarán en el T3 (índice por encima de 50) por primera vez desde 2013.
Continúa habiendo dos obstáculos para alcanzar un crecimiento más dinámico, afirma la aseguradora: el rápido crecimiento de la deuda pública es preocupante, sobre todo en Brasil, México y Ecuador. Eso reduce el espacio fiscal de los gobiernos y puede asustar a los mercados y acreedores. El ciclo electoral y la incertidumbre externa podrán ser una fuente de vulnerabilidad.