Una adecuada gestión del riesgo se traduce en una protección de los activos e inversiones expuestas

Los últimos movimientos de la naturaleza, como los terremotos de México nos demuestran la necesidad de conocer y protegerse ante situaciones que a menudo son súbitas e inesperadas.

Hace apenas unos días, el 13 de octubre, se celebró el Día Internacional para la Reducción de Riesgo de Desastres que ha sido designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de promover una cultura global de reducción de desastres, que incluya su prevención, mitigación y adaptación. Desde MARSH recuerda cómo realizar una buena gestión de este tipo de riesgos para lograr el correcto análisis pre pérdida y conocer la exposición catastrófica que permita a los afectados aminorar las consecuencias post pérdida.

“La actual concatenación de eventos relacionados con las Catástrofes Naturales (CAT-NAT) genera incertidumbre sobre la exposición real de aquellas empresas con activos, intereses y/o inversiones en países de exposición a estos eventos”, afirma el bróker. En el caso de los sismos y otros fenómenos asociados al riesgo catastrófico que pueden ocasionar grandes siniestros de daños materiales y pérdida de beneficios, se requiere un alto grado de especialización, así como una buena gestión del riesgo expuesto, con objeto de realizar el correcto análisis pre pérdida y conocer la exposición catastrófica que nos permita aminorar las consecuencias post pérdida. “Este análisis resultaría adecuado, mediante la activación de un programa de seguros y tratar de minimizar el impacto en las cuentas de resultados de los distintos Policy holders”, matiza.

La región de Latinoamérica tiene una exposición, tanto a nivel de sismo como de huracanes, con probabilidad de grandes catástrofes más elevada que en otros lugares del mundo. Desafortunadamente, los últimos eventos en la región han demostrado que se puede estar expuesto a varios huracanes de diferente categoría y distintos eventos sísmicos en un corto espacio de tiempo. “Es recomendable -añade MARSH- una adecuada gestión del riesgo que en el medio y largo plazo se traduce en protección de los activos e inversiones expuestas”.

Javier Llorente, director de Financial Advisory Services del bróker, subraya que hay que diferenciar dos fases dentro de la póliza de seguros contratada. En primer lugar, la fase pre pérdida en la que es necesario realizar un correcto estudio del riesgo con objeto de eliminar cualquier problema durante la etapa post pérdida. “Dentro de esta primera etapa, nuestra recomendación siempre se basa en los siguientes puntos:

Conocer la localización del riesgo: cada país es distinto, diferentes culturas, regulaciones, exposiciones, en definitiva riesgos distintos que requieren una gestión personalizada. No es lo mismo tener un activo en Europa que en Latinoamérica, en lo que a exposición de riesgos se refiere”, asevera Llorente.

En la segunda etapa de post pérdida, “es en la que tenemos un activo que ha sufrido un siniestro catastrófico por daños materiales, pérdida de beneficio directa, interrupción de negocio por impedimento de acceso, falta de suministros, etc”, concluye el directivo.

Acerca del Autor
Con unos 40 años de experiencia en el ámbito de las comunicaciones especializadas, ampliamente relacionado a los sectores de la Salud, Seguros, seguridad y pensiones en R.D.

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