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El Seguro mexicano está bien posicionado para enfrentarse a las pérdidas por catástrofes
Escrito el 02 oct 2017
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México sufrió el pasado 19 de septiembre un terremoto que azotó el centro de México y contribuirá, junto con otros desastres naturales de este año, a un aumento en la proporción de siniestros para las aseguradoras mexicanas que afectará a su rentabilidad, según el último informe publicado por Fitch Ratings.
El terremoto ha afectado a varias regiones de las más populosas y económicamente significativas del país, incluyendo Ciudad de México y partes de los estados de Morelos y Puebla. Estas áreas afectadas representan el 49,6% de las primas suscritas a nivel nacional y el 51,6% de las primas por terremotos.
Incluso antes del seismo, detalla la agencia, los ratios de siniestralidad de las aseguradoras mexicanas habían aumentado y era probable que la rentabilidad se viera afectada. Según el regulador local, en junio de 2017 el coste medio de los siniestros había aumentado al 76,5% de las primas, desde el 70,8% del año anterior. Los datos de la Asociación Mexicana de Instituciones y Compañías de Seguros (AMIS) mostraron que los daños ocasionados por huracanes e inundaciones habían provocado un pico en los siniestros en el primer semestre de este año. El robo de vehículos asegurados también ha aumentado considerablemente, lo que ha provocado un aumento de las reclamaciones.
Aún es pronto para estimar pérdidas y daños
Sin estimaciones completas de pérdidas y daños, es demasiado pronto para determinar si el terremoto será un evento capital para las aseguradoras mexicanas. En general, sin embargo, las entidades altamente calificadas deberían ser resistentes a los eventos ocurridos hasta 2017. El reaseguro y las fuertes reservas para catástrofes deberían ser un factor de mitigación importante.
Las primas de catástrofe retenidas representaron menos del 10% del capital de las aseguradoras mexicanas en marzo de 2017, según la regulación local. Más de la mitad -58%- de las primas por terremoto se concentran en cinco compañías, dos de las cuales pertenecen a grandes grupos financieros y dos a grupos internacionales de seguros. La otra es una empresa local. Las aseguradoras de No Vida con calificación de Fitch mantienen una exposición retenida media del 2,3% en relación con el capital con una sólida cobertura de reaseguro proporcionada por proveedores de alta calidad, añade la agencia.
Presión en las renovaciones
“Las calificaciones de las aseguradoras pueden ser vulnerables si una empresa no puede cubrir pérdidas después de que se hayan activado las reservas de reaseguro y de catástrofes o si existe una exposición particularmente alta a bienes inmuebles dañados”, revela el informe de Fitch.
“La presión sobre las renovaciones de reaseguros también podría afectar al perfil empresarial de las aseguradoras, especialmente de las empresas más pequeñas que dependen en gran medida del reaseguro. El efecto sobre la rentabilidad también se controlará en relación con el rendimiento histórico”, concluye.
El terremoto ha afectado a varias regiones de las más populosas y económicamente significativas del país, incluyendo Ciudad de México y partes de los estados de Morelos y Puebla. Estas áreas afectadas representan el 49,6% de las primas suscritas a nivel nacional y el 51,6% de las primas por terremotos.
Incluso antes del seismo, detalla la agencia, los ratios de siniestralidad de las aseguradoras mexicanas habían aumentado y era probable que la rentabilidad se viera afectada. Según el regulador local, en junio de 2017 el coste medio de los siniestros había aumentado al 76,5% de las primas, desde el 70,8% del año anterior. Los datos de la Asociación Mexicana de Instituciones y Compañías de Seguros (AMIS) mostraron que los daños ocasionados por huracanes e inundaciones habían provocado un pico en los siniestros en el primer semestre de este año. El robo de vehículos asegurados también ha aumentado considerablemente, lo que ha provocado un aumento de las reclamaciones.
Aún es pronto para estimar pérdidas y daños
Sin estimaciones completas de pérdidas y daños, es demasiado pronto para determinar si el terremoto será un evento capital para las aseguradoras mexicanas. En general, sin embargo, las entidades altamente calificadas deberían ser resistentes a los eventos ocurridos hasta 2017. El reaseguro y las fuertes reservas para catástrofes deberían ser un factor de mitigación importante.
Las primas de catástrofe retenidas representaron menos del 10% del capital de las aseguradoras mexicanas en marzo de 2017, según la regulación local. Más de la mitad -58%- de las primas por terremoto se concentran en cinco compañías, dos de las cuales pertenecen a grandes grupos financieros y dos a grupos internacionales de seguros. La otra es una empresa local. Las aseguradoras de No Vida con calificación de Fitch mantienen una exposición retenida media del 2,3% en relación con el capital con una sólida cobertura de reaseguro proporcionada por proveedores de alta calidad, añade la agencia.
Presión en las renovaciones
“Las calificaciones de las aseguradoras pueden ser vulnerables si una empresa no puede cubrir pérdidas después de que se hayan activado las reservas de reaseguro y de catástrofes o si existe una exposición particularmente alta a bienes inmuebles dañados”, revela el informe de Fitch.
“La presión sobre las renovaciones de reaseguros también podría afectar al perfil empresarial de las aseguradoras, especialmente de las empresas más pequeñas que dependen en gran medida del reaseguro. El efecto sobre la rentabilidad también se controlará en relación con el rendimiento histórico”, concluye.