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Un estudio genético analizará cómo el cuerpo se adapta a la falta de oxígeno en altura
Escrito el 05 abr 2017
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Barcelona.- Un estudio genético evaluará cómo el cuerpo humano se adapta a la falta de oxígeno (hipoxia) en altura utilizando muestras de la expedición que lidera el alpinista Ferran Latorre, que a finales de mayo intentará conquistar el Everest, la última montaña de 8.000 metros que le queda por escalar.
Impulsado la Fundación La Caixa y liderado por un equipo médico del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, el proyecto, que ha sido presentado hoy en la capital catalana, analizará el impacto genético, fisiológico y biomédico de la hipoxia en excursionistas, alpinistas y sherpas nepalíes durante la aproximación y ascensión al techo del mundo.
Según sus impulsores, los resultados de la investigación permitirán identificar las bases genéticas que determinan las adaptaciones a la altura, así como los mecanismos asociados a la falta de oxígeno y servirán para desarrollar soluciones terapéuticas para enfermedades respiratorias crónicas.
“Los resultados pueden aportar información muy útil para el mundo del deporte y en los pacientes de enfermedades crónicas respiratorias. Estos pacientes es como si estuvieran permanentemente en un campo base del Everest”, ha explicado José Manuel Soria, responsable de la Unidad de Genómica y de Enfermedades Complejas del Instituto de Investigación de Sant Pau de Barcelona.
Los investigadores consideran que el estudio no solo será útil para los alpinistas de élite y los enfermos con dolencias respiratoria crónicas, sino también para toda aquella población que, por cuestiones de ocio, están expuestos a vivir en altura.
“En la parte de los viajeros, que por cuestión de ocio o trabajo están expuestos a la altura, se cree que son cerca de 140 millones de personas. La enfermedad respiratoria crónica, es muy prevalente, y se estima que aproximadamente un 15% de la población la sufre, por lo que el impacto biomédico del estudio puede ser muy grande”, ha razonado Soria.
Impulsado la Fundación La Caixa y liderado por un equipo médico del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona, el proyecto, que ha sido presentado hoy en la capital catalana, analizará el impacto genético, fisiológico y biomédico de la hipoxia en excursionistas, alpinistas y sherpas nepalíes durante la aproximación y ascensión al techo del mundo.
Según sus impulsores, los resultados de la investigación permitirán identificar las bases genéticas que determinan las adaptaciones a la altura, así como los mecanismos asociados a la falta de oxígeno y servirán para desarrollar soluciones terapéuticas para enfermedades respiratorias crónicas.
“Los resultados pueden aportar información muy útil para el mundo del deporte y en los pacientes de enfermedades crónicas respiratorias. Estos pacientes es como si estuvieran permanentemente en un campo base del Everest”, ha explicado José Manuel Soria, responsable de la Unidad de Genómica y de Enfermedades Complejas del Instituto de Investigación de Sant Pau de Barcelona.
Los investigadores consideran que el estudio no solo será útil para los alpinistas de élite y los enfermos con dolencias respiratoria crónicas, sino también para toda aquella población que, por cuestiones de ocio, están expuestos a vivir en altura.
“En la parte de los viajeros, que por cuestión de ocio o trabajo están expuestos a la altura, se cree que son cerca de 140 millones de personas. La enfermedad respiratoria crónica, es muy prevalente, y se estima que aproximadamente un 15% de la población la sufre, por lo que el impacto biomédico del estudio puede ser muy grande”, ha razonado Soria.