La Sociedad Española de Reumatología ha celebrado en A Coruña recientemente un Simposio sobre Enfermedades Autoinmunes Sistemáticas, en el que más de 300 especialistas han unido sus fuerzas para dar mayor visibilidad a estas patologías, bastante desconocidas por la población.
“No olvidemos que 1 de cada 4 personas tiene una enfermedad reumática, lo que supone un coste social muy importante, además de significar la primera causa de discapacidad“, explicó la doctora Susana Romero, presidenta de la Sociedad Gallega de Reumatología.
Anticuerpos y enfermedades autoinmunes sistémicas
Las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS) son un grupo heterogéneo de enfermedades que comparten el hecho de tener anticuerpos, producidos por la propia persona, que actúa contra sus células y tejidos. A pesar de ello, son enfermedades con grandes diferencias en cuanto a su incidencia, pronóstico, tratamientos y manifestaciones clínicas.
“Algunas son muy infrecuentes como es el caso de la esclerodermia o de la polimiositis, pero otras no lo son tanto, como el lupus o el síndrome de Sjögren“, afirma José Luis Andréu, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER).
“Se desconocen las causas, pero en casi todas se han descrito posibles factores genéticos, hormonales, ambientales y la posible participación de agentes infecciosos”, ha indicado el doctor Andréu.
Factores de riesgo
Los hábitos saludables son recomendables para toda la población, en general, pero especialmente para los pacientes con enfermedades autoinmunes porque pueden “desencadenar en complicaciones cardiovasculares” y condicionar así su expectativa de vida.
La doctora Romero señala como agentes de riesgo:
El tabaco: Es el más importante. “Hace que los vasos sanguíneos se inflamen y no circule bien la sangre, dando lugar a infartos de miocardio o cerebrales, siendo más prevalentes en pacientes con enfermedades autoinmunes”.
Controlar los lípidos.
La obesidad
Inflamación de algunas articulaciones de forma mantenida
Llevar una vida demasiado activa
Se estima que el 5% de las patologías reumáticas inflamatorias son autoinmunes. Estas enfermedades afectan al tejido conjuntivo y por eso, además de producir inflamación en las articulaciones, pueden aparecer lesiones en la piel y en otros órganos como el riñón o el pulmón.
Principales avances
Entre los principales avances destacan “el modelo organizativo con unidades, consultas monográficas, multidisciplinarias y con protocolos consensuados por diversos especialistas” ya que esto garantiza una “atención de calidad”.
“En los últimos años, debido al gran conocimiento de la etiopatogenia de la enfermedad, se han desarrollando medicamentos biológicos dirigidos hacia unas dianas de las superficies celulares que permiten un mejor y más seguro control de determinadas manifestaciones de la patología”, esclarece la doctora Freire.
Por otro lado, también destaca que se ha utilizado en estos últimos años el trasplante de médula ósea como solución eficaz para pacientes donde ha fracasado la terapia convencional.
Importancia de la detección precoz
“Es muy importante la detección precoz porque hay un periodo, al inicio de la enfermedad, donde aún podemos evitar el daño permanente que se puede derivar en otros órganos y puede llegar a desencadenar: insuficiencia renal, alteraciones neurológicas persistentes, daño pulmonar, cardíaco, etc”, argumenta la presidenta de la Sociedad Gallega de Reumatología.
Entonces, si se actúa en esa etapa precoz de la enfermedad, se podrá conseguir que el paciente “viva como si no padeciese la enfermedad”, pero si se actúa tarde, “a veces el daño es irreversible sobre las secuelas que se han quedado”.
“El principal problema que vemos es que los pacientes tardan alrededor de un año en ser diagnosticados porque no ven como un signo de alarma que le duelan las manos, por ejemplo, y no van al médico. Es importante ir a tu médico de atención primaria cuando se tiene un dolor articular persistente (pies, rodillas, manos, etc.) porque él sabe perfectamente discernir si te está pasando algo y derivar al reumatólogo”, explica el doctor.
Consultas de artritis precoz
Gracias a los avances en el tratamiento de estas enfermedades, los pronósticos han mejorado notablemente pero para aprovechar al máximo ese “periodo de oportunidad” se han creado consultas de artritis precoz.
“Cuando un paciente tiene dolor articular es preferible que venga y que el profesional sanitario decida sobre su importancia. Si no se atiende la enfermedad inflamatoria con prontitud, el retraso puede desembocar en un daño permanente que le conduce a la discapacidad“, declara la reumatóloga Susana Romero.
Por otro lado, la doctora Freire insiste en la importancia de que los médicos de familia tengan una buena formación “para que el paciente llegue lo antes posible al especialista” y no estén continuamente tomando antiinflamatorios.
Lupus
El lupus es una de las enfermedades más comunes, una patología reumática sistémica autoinmune que afecta a muchas partes del organismo; se calcula que en España alrededor de 40.000 personas lo padecen. El perfil más común del afectado es mujer joven en la etapa fértil, de 20 a 40 años.
Esta patología deben ser tratada porque pueden producir lesiones irreversibles como, por ejemplo, “daños en el riñón y terminar en diálisis o a la espera de un trasplante”.
“La exposición al sol es uno de los principales enemigos ambientales de estos pacientes, ya que “los rayos solares pueden provocar brotes de actividad, así como reacciones fotosensibles”, señala el presidente de la SER. Por ello se están poniendo en práctica, el “tratamiento de vitamina D para prevenir que el sistema inmunitario ataque al organismo”.
Síndrome de Sjögren
Es otro trastorno muy común, afecta sobre todo a las glándulas que fabrican lágrimas y la saliva; y lo padecen mujeres que rondan los 50 años.
“Es importante detectar esta enfermedad porque a parte de la sequedad de boca y ojos, puede producir una manifestación en el pulmón, riñón o en el sistema nervioso (tanto central como periférico); y esas lesiones pueden llegar a ser irreversibles“, señala el doctor Andréu.
Por último, añade que el gran desafío del futuro es que las enfermedades autoinmunes sistémicas “se puedan llegar a curar” porque hasta ahora sólo existen tratamientos que las mitigan.