El brócoli contiene más del doble de vitamina K que la mayoría de alimentos, un aporte que ayuda, entre otras cosas, a tener unos huesos fuertes y resistentes a la osteoporosis, a mejorar los síntomas en los problemas de visión o presión arterial alta, o a tener un buen funcionamiento cerebral y una correcta memoria.
Según Diego A. Moreno, investigador del Laboratorio de Fitoquímica del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos de CEBAS-CSIC—que colabora de forma activa con la Asociación sin ánimo de lucro +Brócoli— una porción (100 gramos) de brócoli proporciona a nuestro organismo 100 microgramos de filoquinona (vitamina K1), principal fuente natural de vitamina K, lo que supone más del doble de la cantidad que aportan otros importantes ‘portadores’ de este compuesto como son los espárragos, los piñones, los kiwis, los guisantes o los germinados de alfalfa.
La vitamina K es una sustancia química que beneficia de manera muy positiva a nuestro cuerpo por su capacidad para mantener fuertes los huesos y resistentes a la osteoporosis; como complemento alimenticio (se recomienda, por ejemplo, el consumo de brócoli y espinacas) en el tratamiento del cáncer; para mejorar los síntomas en aquellas personas que padecen presión arterial alta o que tienen problemas de visión; para tener un buen funcionamiento cerebral, además de una correcta memoria, motricidad y concentración, y para optimizar el tratamiento de dolores de estómago.
Salud… y belleza
En verano es común preocuparnos más de lo habitual por nuestra piel, no solo por cuestiones de salud, sino también de belleza. Sobre todo, en el caso de las temidas ojeras, que con una mayor exposición solar y un aumento de las horas de luz se ven más a simple vista o, incluso, se pueden acentuar.
Diversos cosméticos indican su contenido en vitamina K para ayudar a eliminar estas manchas, pero, ¿realmente es útil este compuesto con este fin? En este sentido, el investigador del CEBAS-CSIC Diego A. Moreno lo considera un “mito popular” y un “reclamo” por parte de estos productos, aunque “no se sustenta sobre bases científicas, ya que los datos no son concluyentes”. Por su parte, el dermatólogo Ramón García Ruiz destaca que algunos contornos de ojos llevan esta vitamina y sus variantes, pero que “el efecto que tienen sobre el oscurecimiento de las ojeras suele ser leve o escaso”.