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Reconfirman que vacuna triple no está relacionada al autismo
Escrito el 07 mar 2019
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Desde que el médico británico Andrew Wakefield vinculó en 1998 el autismo con la triple (MMR por sus siglas en inglés), lo que sigue siendo utilizado como argumento por el movimiento antivacunas, se dejó de usar en muchas vacunas el conservante “timerosal”, con base a mercurio, que este médico dijo que desencadena el autismo.
Wakefield se valió de 12 niños que aseguró estaban sanos cuando recibieron la vacuna de sarampión, rubéola y paperas y que tras ella presentaron problemas neurológicos como autismo debido al “timerosal”.
Frente a los 12 niños de Wakefield los más de 657 mil de este estudio
Los investigadores del Statens Serum Institut de Dinamarca incluyeron en su análisis a más de 657 mil nacidos en ese país (6,517 diagnosticados previamente con autismo) entre el 1 de enero de 1999 y el 31 de diciembre de 2010, a los que hicieron seguimiento médico desde el primer año de vida y hasta el 31 de agosto de 2013.
Al comparar a los niños vacunados con la triple vírica con los no vacunados, no se encontraron diferencias sustanciales en los índices de riesgo de autismo. Este estudio fue publicado esta semana en la revista científica Annals of Internal Medicine y recoge los hallazgos de los investigadores del Statens Serum Instit
Tampoco se halló aumentos en las probabilidades de sufrir autismo después de la vacunación entre los subgrupos de niños con factores de riesgo asociados a la enfermedad.
Frenar el auge global del movimiento antivacunas figura entre los retos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha fijado para este año como parte de su plan estratégico 2019-2023.
El aumento del 30 % durante 2018 de los casos de sarampión en el mundo es una de las señales de alerta sobre los negativos efectos de este movimiento, de acuerdo con la OMS.
República Dominicana no registra hace una década y media casos de sarampión, pero su condición de receptor de turistas procedentes de países donde sí se registran casos de esa enfermedad ha obligado a las autoridades sanitarias del país a estar atentas y con las vacunas a punto.
A favor y en contra de las vacunas no solo al interior de las familias, también de los gobiernos
Los pro y los contra vacunación tienen en Italia un buen ejemplo reactivado periódicamente. El último data de hoy mismo una vez que el vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, también ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, se ha vuelto a poner de lado de las familias que no vacunan a sus hijos y se ha enfrentado esta vez a la ministra de Sanidad, Giulia Grillo, del antisistema Movimiento Cinco Estrellas, su socio en el Ejecutivo.
Salvini envió una carta a la ministra para pedirle un decreto-ley urgente que permita a los niños no vacunados de entre 0 y 6 años seguir en la escuela y guarderías, ya que a partir del 10 de marzo eso no será posible.
El anterior Gobierno del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) obligó por ley a que los padres inmunizaran a sus hijos con diez vacunas y estableció que a partir de 2018 los niños que no estuvieran vacunados no podrían entrar en las escuelas.
Pero el actual Ejecutivo, formado por la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas, incapaz de ponerse de acuerdo, aprobó en septiembre ampliar el plazo de esta prohibición hasta el próximo 10 de marzo para que los padres se pusieran al día con sus hijos.
En su carta, el también ministro del Interior reclamó “el aplazamiento de las obligaciones que vencen el 10 de marzo” para “asegurar la permanencia de los niños en las escuelas, evitando el alejamiento y la exclusión en las listas escolares”.
“Estoy seguro de que tu sensibilidad para evitar traumas a los más pequeños le dará a la presente petición la máxima atención para la resolución del problema”, añade Salvini.
Grillo eludió la petición del líder de la Liga de ampliar el plazo y, a preguntas de los periodistas, se limitó a decir que “la intención común” del Gobierno es “superar el decreto Lorenzin” -llamado así por la anterior ministra de Salud, Beatrice Lorenzin-, que tiene “algunas lagunas importantes”.
Sin embargo, el subsecretario de Salud, Armando Bartolazzi, fue más tajante y dijo que el ministerio “no está dispuesto a hacer extensiones innecesarias”, por lo que “la ley sigue en vigor para el 10 de marzo y las familias deberán presentar las certificaciones de vacunación de sus hijos”.
La ley Lorenzin intentaba frenar una situación alarmante, ya que en 2017 se registraron 5,402 casos de sarampión en Italia -y 4 muertes- frente a los 862 del 2016, según la Organización Mundial de la Salud.
